Capitulo 5

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-¡¡tortitas!!- grito Aurora desde la cocina

 Me desperté enseguida al oler el exquisito olor que salía de la cocina, salte de la cama y bajé las escaleras corriendo (si, soy una gocha; y que pasa) me encantan las tortitas ,sobre todo cuando las hace Aurora, algún día le pediré que me enseñe a hacerlas.

 Estaban súper ricas, como siempre; cuando terminamos de desayunar nos sentamos en el sofá a ver la TV , me dio la sensación de que se me estaba olvidando algo y no conseguía recordar que era así que decidí darme una ducha relajante y calentita para intentar recordar.

 Ya había terminado de ducharme fui a sacar ropa de la maleta pero cuando abrí la maleta me acordé de todo ;me asome por la puerta de mi cuarto y llame ha Aurora para pedirle que me dejara ropa.

 -si tranquila , ya te dije que no te preocuparas por nada; yo te dejo todo lo que necesites- dijo muy amablemente ,como quería a esta chica

 Le di un beso en la mejilla de agradecimiento y me trajo la ropa; me había dejado un pantalón corto rojo, una camiseta de tirantes blanca con la bandera de Inglaterra y una chaqueta vaquera encima, me miré en el espejo redondo y la verdad es que la ropa era preciosa (se la volveré a pedir, os lo aseguro); cogí mi móvil y marqué el número de Zack, un tono, dos tonos...

 -pero mira quien llama, si es mi princesita favorita- dijo con voz arrogante; seguro que en ese momento estaba sonriendo

 -déjate de tonterías, me vas a devolver la maleta- dije muy cortante

 -uff, relaja esos humos preciosidad; ven a la cafetería de la plaza y te la daré allí, ¡ah! por cierto si te pierdes llámame y te voy a buscar- ¡¡aaaarrrgg!! porque tiene que ser tan orgulloso-no me voy a perder así que no te ilusiones- colgué al decir eso y pegue un grito agudo

 La gente por la calle me miro como si estuviera loca, pero no me importó; empecé a caminar para intentar encontrar la plaza, no le voy a dar la satisfacción de venir a por mi. Caminé y caminé pero nada ,no encontraba la plaza así que decidí preguntar a la gente si sabían donde estaba.

 -al final de esta calle a la derecha- un señor de aproximadamente 60 años me respondió amablemente

 -gracias-

 Me dirigí rápidamente hacía la plaza ,cuando estuve allí busqué con la mirada la cafetería y la verdad, me costo bastante porque había muchas tiendas pero la encontré; camine lentamente hacia allí (estaba muy nerviosa) ,necesito mi maleta ¡YA! ¿y si la había abierto? ¿y si había visto mis bragas o incluso mis peluches? Joder; que vergüenza, no se si podre mirarle ha la cara; esas preguntas no desaparecían de mi mente, se repetían una y otra vez.

 Entré y no le vi; me quede de pie sin saber que hacer ¿me siento?, decidí ir a sentarme pero antes de que pudiera hacer nada unas manos taparon mis ojos y sentí una respiración en mi nuca

 -¿quién soy princesita?-como no, si no era él quien podía ser; quite sus manos de mis ojos bruscamente y me di la vuelta para mirarle a la cara, nuestras caras estaban solo a unos pocos centímetros, estaba mirándome a los ojos pero su mirada bajo a mis labios, así que retrocedí un paso y pude observarle mejor (dios ,si que es guapo) no pienses eso ; nada mas separarme una sonrisa apareció en su cara (esa que tanto te gusta) ¡NO!, esa que tanto odio

 Me ruboricé, espera ¿¡que?! ¡¡me he ruborizado!!; no puede ser , baje la cabeza enseguida suplicando que no se hubiera dado cuenta

 -me gusta tener ese efecto en ti, princesa- mierda se dio cuenta

 -no me llames así, y por cierto ¿¿donde esta mi maleta??- le pregunte al ver que no la tenia en la mano

 -no te la voy ha dar asta que te tomes un café conmigo, y no voy ha dejar de llamarte así ; princesa- dijo sonriendo enseñando sus perfectos dientes completamente blancos

Perdidas en LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora