[3.Hagámoslo]

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Todos estaban plácidamente dormidos, ya que no se escuchaba ningún ruido en  las habitaciones de al lado, ni a nadie andando por los pasillos, así que rápidamente se puso unas zapatillas y fue hacia la salida

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Todos estaban plácidamente dormidos, ya que no se escuchaba ningún ruido en  las habitaciones de al lado, ni a nadie andando por los pasillos, así que rápidamente se puso unas zapatillas y fue hacia la salida

El cielo estrellado lo dejó estático unos segundos ya que no se esperaba ver una pequeña lluvia de estrellas habían sido tan solo unos segundos lo que ha visto pasar pero eso había sido increíble nunca había visto una, simplemente lo había leído en su libro, salió de su mundo y retomo su camino hacia la habitación de Annie

Armin sentía sus manos sudar y en su pecho como una especie de lío y cuanto más se acercaba más nervioso se sentía, ¿Y si estaba dormida?

Entró con cuidado y comenzó a buscar la habitación de la chica, era el número 34 al llegar a dicha habitación tocó suavemente y luego giro el pomo de la puerta entrando en esta y cerrando con el mismo cuidado

La chica estaba tumbada en la cama dándole la espalda la luz de la luna entraba por la ventana dando justo donde estaba ella así que se acercó y se inclinó levemente apoyando sus manos sobre la cama

Armin-¿Annie?-su mano paso por encima de la chica para inclinarse más-¿Estás despierta?

Casi suelta un grito cuando la chica lo apresa con sus brazos y lo tumba en la cama junto a ella, siente sus mejillas arder enverguenza y sus nervios saltar como cuando tiene que salir de expedición

Annie se inclina hacia él y une sus labios en un cálido beso que hace que Armin sienta su corazón latir en sus oídos ¿Esto está pasando realmente? La respuesta es afirmativa cuando siente las manos de la chica comenzar a desabotonar su camisa, se nota que también está algo nerviosa

Armin-¿E-e estás segura de esto?-No es como si el no quisiera, pero lo importante es que quieran los dos

El siempre ha pensado que hacer el acto es más significativo que para los chicos, no por nada si no porque si te toca un idiota que solo piense en su propio placer no se disfruta lo mismo

Annie-Si...-Dijo contra sus labios-Quizas es atrevido de mi parte pero...tu eres en quien confío para hacer esto

Armin-Annie...-Y sus labios se volvieron a encontrar

¿Era normal esto? ¿No eran demasiado jovenes? Bueno realmente cuando tu vida está en peligro en cada exploración nunca sabes cuándo puedes disfrutar de los pequeños placeres de la vida

Armin decidió también ser atrevido y llevó sus manos a la camisa de la chica, también desabotonándola, dándose cuenta de que no llevaba sujetador, hizo que la camisa se deslizara por sus hombros y la tiró por alguna parte de la habitación

Annie hizo lo mismo con la de el, la chica se puso algo nerviosa, cuando sintió la  erección del chico rozar contra la suya,  así que decidió deshacerse de esos pantalones y de aquella ropa interior de la manera menos nerviosa que podía, liberando aquel miembro erecto que para su sorpresa era más grande de lo que había imaginado

El Príncipe de AnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora