En las profundas aguas del océano oscuro, el ahora nombrado Atlántico existió una especie : los Meriem. Eran rápidos, ágiles, inteligentes, avanzados a cualquier forma de vida conocida.
Existían en paz y decoro, toda la vida marina los respetaba y ellos también, no conocían más que paz y armonía hasta que una nueva especie apareció en el entorno alterando cada aspecto de su vida.
Al principio se avistaron en la costa, entre árboles y matorrales, después osaron tomar la selva, el hogar de los monos, éstas criaturas se parecían a ellos pero carecían de pelo e inteligencia, eran criaturas abismales sin razocinio ni libre albedrío y ellos decidieron llamar a la raza Darihal que significa "gutural" en Mereo.
Todos obedecían a una cosa resplandeciente de color naranja con tonalidades rojas, tonalidades que ellos solo habían visto en peces. Esta peculiar estrella se levantaba y aumentaba su tamaño conforme más cosas la tocarán, la cargaban en manos con ayuda de un leño largo o la contenían en lo que parecían conchas transparentes, e incluso se reunían alrededor de ella a apreciarla.
Los Meriem se percataron que los Darihals estaban transformando la superficie terrestre, los animales suplicaba por su vida con certeros lamentos cada vez que uno de sus picos los atravesaba para después ser desechados y consumidos por la estrella resplandeciente, sin siquiera comer su carne o utilizar sus pieles, la gente del agua se horrorizo, jamás en la historia de Merea se había tomado la vida sin que fuera con un propósito, pensaron que está especie sería la ruina de los terrestres pero su preocupación no se extendió porque jamás imaginaron verla en el agua, nunca un solo animal con pelaje había tocado agua más allá de la playa, menos a una distancia considerable de la costa. Horrorizados vieron cómo decenas de ellos se abalanzaban en sus aguas arriba de maderas entrelazadas con lianas, lo que más les sorprendió fue que estas criaturas no se hundieron cuando bajaron de las maderas en mar abierto, pues movían sus extremidades sin coordinación pero lograban mantenerse a flote; después de varios ciclos de luna los Darihals fueron acabando con el alimento y ecosistema de los Meriem, notaron cómo uno por uno, se abastecieron sin límite de sus recursos hasta que terminaban con ellos, fue entonces que decidieron razonar con ellos.
Cómo en el pasado habían hecho con otra especie desconocida, se mandó un vocero Meriem a hacer un acuerdo, esperando llegar a términos que permitieran a ambas especies coexistir en paz y armonía, pero amargo fue el destino ya que después de varios minutos se escucharon gritos de pánico provenientes de las criaturas de la costa, le siguió un corto silencio qué luego fue opacado por el olor de la sangre en el agua.
Ls respuesta fue contundente, un Meriem atravesado con una lanza de costada lado a lado.
Los Darihals con expresiones de terror y angustia sujetaron la lanza intentando así conservar el cuerpo de Meriem y en ese momento la gente del agua se lo llevó a las corrientes profundas, negándose a dejar a alguna prueba de su existencia.
El rey de Merea, asustado por la amenaza que sufría su gente, inmediatamente prohibió subir a la superficie e hicieron cambios en su forma de vida, se ocultaron esperando el día en que los Darials se marcharán, al comprender que no sería así, se adaptaron, su comida cambio, su naturaleza tan tranquila se volvio agitada, su carácter pasó a ser desconfiado y su temor evolucionó a odio, apartándose de cualquier especie que antes podía ser considerada amiga.
Enterraron sus pasajes, escondieron sus muros y encerraron a su pueblo, así fue como Merea pasó a ser un mundo perdido.
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MEREA [MUNDOS PERDIDOS I]
FantasyPara los habitantes de San Marcos no es una leyenda o un mito, es real, existe, y está protegido por las olas y corrientes mas feroces. En la profundidad del océano atlántico se encuentra el mundo perdido de Merea. *Prohibida la adaptación o copia...