No te confundas

380 26 2
                                    

Mi Razón de Vivir.

Capitulo: 2

-Luke-

Me levante adolorido para irnos a casa de Marcos, me continuaba doliendo todo el cuerpo, sentía un poco de miedo de que me fuese roto algún hueso con los golpes de mi padre, pero no quería causar más molestias, así que preferí solo aguantar el dolor. Mi amigo intento pasar mi brazo por detrás de su cuello para ayudarme a caminar, pero me negué a su ayuda, preferí ir caminar por mi cuenta.

-Déjame ayudarte-

-No estoy invalido, puedo caminar.- respondí seco  con la mirada en frente.

-Al menos te darás cuenta que mi casa queda por este lado-

Señalaba al lado contrario a donde yo iba con una sonrisa.

-Si, ya sabía- tome camino a donde me dijo.

-Te engañe, jajaja-

Esta vez me tomo desprevenido, logrando pasar su brazo por mi cintura y tirando de mí para ayudarme a caminar. Intente resistirme, pero fue inútil, el me tomo con más fuerza.

-Así debo llevarte para que no te pierdas- dijo sonriente.

Al parecer le divertía el verme así de indefenso ¡Aff! Como odio estar indefenso ante alguien, él lo sabe, por eso se aprovecha. Cuando note que estaba un poco distraído intente zafarme de él, pero no pude, ya que aunque pareciese que estaba distraído continuaba al pendiente de su brazo sujeto a mí, cosa que le daba gracia, puesto a que solo sonreía triunfante mientras  continuábamos caminando adelante y de esta manera transcurrió todo el camino hasta su casa.

-¿No hay nadie? – pregunte al ver que estaban las luces apagadas.

-No, mis padres aun no llegan de viaje-

Me ayudo a subir a su habitación con cuidado, por el dolor que sentía al subir las escaleras hasta llegar arriba; al llegar a su habitación me sentó en su cama con mucho cuidado, luego busco algo en su gavetas, saco algo de ropa, se quitó la camisa en frente de mí, dándome un fuerte escalofrío en todo el cuerpo al ver su perfecto cuerpo formado.

-¡Que! ¿Pensabas que eras el único que se mantenía en forma? – dijo al notar mi impresión.

Reste importancia a lo que me decía fijando la mirada a un lado.

-Debes quitarte la camisa, está llena de sangre-

Intente quitármela pero no pude, me dolía incluso el subir los brazos, no sé como pude correr en el parque con el dolor de estos golpes.

-Déjame ayudarte- De esa manera acabaras por lastimarte-

Se sentó en frente de mí, apoyando sus piernas a los lados de las mías, quedando encima de mí; a esa distancia podía sentir su dulce perfume embriagarme poco a po… ¡Luke! Deja de pensar  esas cosas, parezco un perro, que tan solo se le acerca la perra ya se alborota. En esa posición desabrocho cada uno de los botones de mi camisa delicadamente para que no me fuese a lastimar o algo. Lo miraba a los ojos mientras concentrado miraba a los botones de mi camisa, se veía tan guapo como de costumbre, pero ahora me estaba dedicando su atención a mí; suavemente subió mi camisa, quedando solo la franelilla, me miro un poco suplicante como pidiendo fuerza de mi parte.

-Tranquilo, te la quitare suavemente-

Me tomo de los brazos elevándolos poco a poco, hasta estar lo suficientemente alto para poder quitarme la franelilla, luego tomo mi camisa desde la parte inferior derecha e izquierda tirando de ella suavemente, aunque al mismo tiempo sus dedos meñique y anular iban acariciando mis torso a medida que subía por la franelilla, haciéndome respirar profundo por lo suave de sus dedos y su suave olor, aunque supongo que él pensaba que era  por el dolor. Cuando casi terminaba de quitarme la franelilla lastimo una de las heridas que tenía en mi cuerpo.

Mi razón de vivir (Gay-Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora