Mementos de Starlight y Sunburst

[UA] [EQ] El Precio de la Valentía (Parte 1)

Sumario: Starlight tomó un riesgo cuando lo besó, pero al parecer todo fue en vano. 

Advertencia: Ninguna ¿El drama cuenta cuenta como advertencia?

Notas: No pude quitarme la idea de la cabeza. Con suerte y subo la segunda parte pronto. 

✨✨✨

Starlight piensa que ha amado a Sunburst toda su vida.

Se conocieron cuando ella tenía cinco y él siete, los dos escondidos detrás de las piernas de sus respectivos padres. Era como una cita de juego, una manera de distraerlos y entretenerlos mientras los adultos hablaban de sus asuntos. Había pocos niños en el castillo, así que ella rápidamente se entusiasmó con la idea de tener a alguien con quien jugar. Inmediatamente se dispusieron a jugar y correr por la habitación.

A los cinco años Starlight era un niña muy tosca y distraída, y no se dio cuenta de la mesa alta con una vasija antigua en el centro hasta que se topó con ella. La mesa tembló de manera violenta, y la vasija tambaleó bruscamente hasta que se fue de lado. Starlight no podía hacer nada mas que mirar de manera horrorizada como esta se hacía añicos en el suelo.

Con lágrimas en los ojos no se le ocurrió otra cosa más que esconderse detrás de Sunburst, sabiendo que su presencia la escudaría del inevitable regaño, aunque solo fuese temporalmente. Pero cuando Firelight y Sunspot entraron corriendo a la habitación, exigiendo explicaciones, Sunburst asumió toda la responsabilidad del incidente. Starlight intentó protestar, pero Sunburst sacudió la cabeza discretamente y levantó un dedo hacia sus labios, el gesto universal para guardar silencio.   

Al principio pensó que era imprudente (seguramente el castigo de una princesa era mas indulgente que el hijo de un mago) pero sintió agradecimiento hacia él desde el fondo de su corazón.

Starlight se dio cuenta hace mucho que esa apreciación se convirtió en algo más profundo a medida que crecían. A los diez, estaba encaprichada. A los quince, estaba claramente enamorada. Ahora que tiene diecisiete y con su cumpleaños aproximándose, se ha dado cuenta que su corazón le pertenecía a su mejor amigo. Sunburst podía pedir su mano en matrimonio en cualquier momento, y Starlight le diría que si sin dudar.

Desafortunadamente, no sabe si los sentimientos son correspondidos. Desde que Sunburst se graduó de la escuela de magia, se ha vuelto muy reservado. Su talento y conocimiento con la magia hicieron que subiera de rango entre la corte hasta convertirse en un Hechicero de la Corona, y se ha vuelto un modelo a seguir entre los magos: serio, inteligente y poderoso. Alguien digno para ser el consejero de Starlight cuando ella se convierta en reina.  

Al principio solo pensaba que quería ser un pilar de soporte para la gente, así que ella se aplicó en sus estudios junto con su madre hasta poder dominar sus poderes también, pero incluso después de que derrotaron a Nightmare Moon y salvado a Equestria una y otra vez, su máscara de seriedad jamás se cae. Starlight teme que sus sentimientos no sean correspondidos.

Seis meses. Starlight solo tiene seis meses para encontrar un pretendiente, o sus padres elegirán por ella. Ella no ha sido exactamente discreta con sus sentimientos (tanto su madre como sus amigas estaban más que consientes de su favoritismo hacia el hechicero) pero ella es distinta a las mujeres que coquetean con él. Sus muestras de afecto incluían caminar con él de la mano, a veces con los dedos entrelazados, y recargar su cabeza contra su hombro mientras miran las nubes pasar. 

Starlight sabía que Sunburst la veía como una amiga, una amiga muy cercana, a juzgar por las veces que la ayudado y salvado sin pensar, pero jamás había mostrado señal alguna de querer algo más con ella. Lo más expresivo que lo ha visto era el brillo de curiosidad en sus ojos cuando estudiaban magia juntos y las sonrisas suaves que le dedicaba cuando estaban solos. 

Así que cuando van los dos a la ciudad por unas compras y una rubia se acerca a Sunburst para contarle algo al oído, Starlight no esta del todo sorprendida cuando algo dentro de ella simplemente se rompe. No solo porque esta chica esta sobre él (muchas chicas buscan su atención a como de lugar) pero porque, por primera vez, la máscara seria de Sunburst se cae. Sus ojos se agrandan, su rostro enrojece, y su boca tartamudea palabras que ella no puede escuchar. Lo conoce desde hace doce años, y en los últimos siete, Starlight jamás pudo hacer que Sunburst reaccionara de tal manera.

Y lo que es aun peor, esa chica deja una impresión sobre él. Por todo el trayecto hacia el castillo, Sunburst actuó extraño. Sus ojos se ven perdidos y ya no se enfocan en ella, el rubor en sus mejillas no desaparece. Por el amor de Celestia ¡Casi choca contra una pared por lo distraído que está! Su esperanza de que su amor sea correspondido casi se esfuma por completo.

La escolta a su habitación y Starlight se detiene en el portal. Sunburst la mira con extrañez, y entonces Starlight se le acerca con una valentía que sabe que le costará caro ¿Pero qué son unos momentos de vergüenza a comparación de años de anhelo?

Starlight lo mira a los ojos, se aferra a las orillas de su capa, y lo jala hacia ella para unir sus labios en un beso. El encuentro solo dura unos cinco segundos antes de que se separen, y su recompensa es una expresión de conmoción en su rostro, su boca ligeramente entreabierta.

Y eso es todo. No hay rubor. No hay palabras. Solo una mirada incrédula. Starlight pensaba que se había preparado para este momento durante los últimos doce años, pero su corazón se hace añicos como la vasija que rompió a los cinco años. 

Con los ojos hacia el suelo y sus manos apretadas en puños a sus costados, Starlight murmura.

—Mis disculpas, Joven Hechicero, he sido una tonta. —Sin más, Starlight cierra la puerta detrás de ella de un portazo.

Al día siguiente, le dice a sus padres que ella esta lista para aceptar pretendientes. Están sorprendidos, pero ceden con facilidad, y Starlight se prepara mentalmente para una vida sin Sunburst.

Es terrible, porque incluso seis meses después, no puede olvidar la calidez de sus labios contra los suyos.