La Llama del Olimpo - Historias del Búnker 9

EL DUELO DE MAGIA

Nick había perdido la cuenta de cuántas veces había perdido contra Maya en el ajedrez. Apenas había superado su primera prueba (la del "Peón Asesino"), y nuevamente le estaban dando una paliza tras otra. 

-Jaque mate –dijo Maya, luego de mover su alfil-. Con esta vamos 357 a 3.

-Ya no aguanto... -murmuró él en español, frotándose las sienes y desparramándose en la silla. Estaba mentalmente agotado y la cabeza había empezado a dolerle.

Maya lo miró por encima de sus gafas de montura gruesa. Dejó su libreta a un costado y soltó un suspiro.

-Si quieres, podemos tomar un pequeño descanso... –concedió ella.

Nick alzó la cabeza de la mesa y la miró fijamente.

-No, no... está bien, puedo continuar-

-Nick, se nota a leguas que estás cansado. Recuerda lo que te dije: si te sobre exiges, puedes afectar tu rendimiento. Y de nada sirve practicar si no estás en condición óptima. Descansa un poco tu mente.

- Bueno... sí me vendría bien un descanso...

Se acomodó encima de la mesa y cerró los ojos. Ya estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo cuando sintió un golpe en la cabeza que lo hizo sobresaltarse (y casi caerse de la silla).

-Oe, ¡¿qué fue?! –se quejó Nick, y se encontró de nuevo con Maya, que tenía su libreta en la mano.

-¿Quién dijo que podías dormirte?

Nick la miró, extrañado.

-Ehm... ¿tú?

-Te dije que podías descansar la mente. No que te podías dormir.

-¿Y qué entiendes tú por descansar la mente?

Maya se levantó y caminó hacia su "cuarto" dentro del búnker (una esquina cubierta con una cortina plateada para delimitar su espacio). Cuando salió, tenía una enorme pila de libros en los brazos, y la dejó caer en la mesa.

-Ahm... ¿Maya...? –empezó a decir Nick, mirando la montaña de libros frente a él-. ¿Qué es todo esto...?

-Toma uno y ponte a leer. La lectura recreativa ayuda a generar endorfinas y liberar estrés. Te servirá más que dormir.

-¿Lo dices en serio...?

Maya lo fulminó con la mirada y Nick se calló. A pesar de haber convivido en el búnker bastantes días, aún no se acostumbraba a esa intensa mirada suya. Sus ojos turquesa/gris parecían disparar un láser en su cerebro, grabando un único mensaje: "Hazme caso y ya".

Nick no se lo pensó dos veces y alargó los brazos para tomar la pila de libros. Esperaba encontrar novelas o algo así, pero casi todos eran libros de texto de grado universitario; Física Avanzada, Matemáticas Nivel Estratégico-Militar, Arquería para Profesionales... ¿Eso era "lectura recreativa" para Maya?

-¿Aún no escoges uno? –preguntó ella, sin apartar la vista de un ejemplar de El Arte de la Guerra en griego antiguo-. Sólo te daré quince minutos de descanso. Elige rápido.

Nick empezó a buscar más en los libros. A él le encantaba leer, pero esos libros le recordaban demasiado a la universidad. Pero entre todos esos libros aburridos, al menos uno debía de tener algo más interesante que fórmulas matemáticas y mantenimiento de arcos.

Entonces, entre dos libros de Historia de Grecia (uno en inglés y otro en griego antiguo), Nick divisó una palabra que jamás creyó leer en el búnker: