Capítulo 1-Mi dulce realidad

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Miami Florida, Estados Unidos 8:45PM.

La noche estaba tan bella que las estrellas podían derramar su miel mire su destello algo extrañada la verdad estaba demasiado cansada de ese día, fue cuando aquel extraño en su auto toco el claxon para que me moviera ya que la luz del semáforo ya estaba en color verde en ese momento volví de mi transe dirigiéndome a Miami beach buscando el valet parking de aquel lugar de nombre HAVANA CLUB, baje de mi camioneta dejándole las llaves al chico del valet que inmediatamente la movió, camine hacia el lugar esperando que esta noche fuera diferente de las otras.

-Hola Ali, ¿larga noche? – El cadenero me miro de arriba abajo inspeccionándome

-Me vas a dejar entrar Donovan o tengo que hacer fila como los demás-.

-Vaya sí que andas molesta cariño, pero entra no por algo eres uno de los dueños del lugar- el chico sonrió y moviéndose de la entra me cedió el paso.

Antes de entrar hice una pausa acercándome a él y sonriendo le dije -Gracias, sabes que te quiero mucho, por cierto ¿luego pueden subir a la oficina Kevin y tu? tengo que hablar con ustedes dos-.

-Claro Jefa, nos vemos en un rato-.

Entrando al lugar me dirigí hacia mi mesa privada en el fondo, aunque el lugar era grande quería tener la mejor vista para no perderme de nada y además quería comer algo ligero la verdad me sentía tan cansada que no quería pensar en nada mas solo en mi estómago y yo solo éramos él y yo.

- ¡Mesero! -grite.

- ¿Sí?, dígame señorita.

- ¿Le podrías llamar a Marc? Por favor.

-En seguida- el chico se retiró dejando una de las cartas del club, se veía que era nuevo ya que casi todos los empleados sabían quién era yo. Mi mirada se centró en las personas en medio de la pista de baile que movían sus cuerpos al ritmo de la música eso me gustaba demasiado me gustaba el ambiente que desprendía el lugar no sabía porque me sentía tan cómoda, tal vez era porque me gustaba estar aquí y ver que cada persona se desprendía de la vida complicada y de los tabús, pero me gustaba ver por lo que luche gracias a mi esfuerzo... eso no lo podía dejar atrás esto fue por lo que luche esos tres años y que me saco lágrimas de sangre a mas no poder, pero al final estoy aquí viendo mi sueño brillar.

- ¡Ali, como has estado hoy! - el chico pelirrojo gritó dirigiéndose hacia mí con un mojito en mano.

-Bien Marc un poco cansada, pero nada que no se pueda solucionar.

-Vaya que, si estas cansada se te nota en la cara, ten tómatelo en lo que te traigo el yogurt de siempre.

-Gracias amigo eres el mejor, pero sabes quiero algo ligero, hoy creo que quiero una mega hamburguesa con papas extras y una botella de whisky.

-Bromas cierto, eso no es algo "ligero" eso es una bomba para esta noche ¿acaso te fue tan mal hoy? – Marc se sentó a lado mío abrazándome inesperadamente.

-Vaya que me fue mal tuve bastantes pendientes que hacer y para colmo tuve una discusión con una chica nueva- tomé un gran sorbo del mojito.

- ¿Pelea?, no me digas te dijo que no le gustaban las camas suaves.

-De verdad que eres un tonto de primera, yo no me llevo a nadie a la cama, menos si son nuevas- reí.

-Si tú lo dices, pero ya cuéntame, mi turno libre acaba de comenzar y no pienso moverme de aquí hasta que me digas que fue lo que paso.

-Bien, está bien señorito chismoso ves que te comenté que había nuevo personal, bueno esta chica viene del departamento de arte justo es la sobrina de uno de los directivos de la empresa, pero ella es un poco tonta-dije algo fastidiada- pero su tío me pidió que la formara ya sabes para que haga bien las cosas, pero la niña es bruta.

¿Te acuerdas de mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora