¿Te acuerdas de mí?

Capítulo 13- El Encuentro en el Bar

Pov Kai

Después de escapar de aquel caos en el almacén, me quedé reflexionando sobre si había sido una trampa o simplemente una serie de eventos inesperados. No era común que nos viéramos involucrados en situaciones tan peligrosas, pero, en ese momento, me sentía impotente y agobiada. Todo lo que deseaba era llegar a la casa de Roy, acostarme y desconectar de todo lo que había sucedido. La ira y la frustración me estaban causando una gastritis intensa. No quería que nada saliera mal; estábamos decididos a ganar esta batalla. Sin embargo, era consciente de que en algún momento esta situación podría superarnos. Al llegar a la casa de Roy, subí corriendo a la habitación y me dejé caer en la cama. Solo ansiaba relajarme por un momento. Mis ojos estaban fijos en el techo de la habitación, perdidos en mis pensamientos.

FLASH BACK

-Me engañaste, simplemente me engañaste. Me cambiaste por otra persona, ¿cómo pudo ser posible después de todo lo que te di?

-Deja de decir estupideces. Si de verdad te hubiera engañado, como tú lo hiciste la primera vez que terminamos, tendrías derecho a reclamarme. Pero no lo hice, y solo me lastimaste. Ni siquiera te importaron mis lágrimas ni cómo me sentí en esos momentos. Eres tan egoísta que solo pensaste en ti. ¿O no lo recuerdas, Kai? Cuando me dijiste que anduviste con él porque te quedaste con la duda. Pero eso no se lo dijiste a tu papá, ¿verdad? Le dijiste que yo te había engañado. ¿Sabes algo? Ojalá te hubiera engañado para que lo dijeras con ganas.

-¡Cállate! No digas más. Eso no es cierto. Tú fuiste la culpable de mis actos. Siempre me minimizaste en todo, en mis sentimientos, en lo que yo pensaba. Si anduve con él fue porque quería darme una oportunidad, porque tú te metiste entre los dos- respondí muy alterada.

-¿Yo me metí? Ay, perdóname. No pensé que me había metido. Si eres igual de basura que él. No sé por qué no te quedaste con él y me dejaste en paz. Así podía hacer mejor las cosas. No que tú te la pasabas quejándote de mí, cuando lo único que era simplemente la envidia que me tienes, al poder conseguir todo rápido y tú no. Hasta en algo tan estúpido como las calificaciones, no cambiaste en nada. Y no me vengas con que te minimizo. Eres una manipuladora de primera y siempre tratas a las personas como mierda, como si nosotros tuviéramos la culpa de los problemas que tuviste anteriormente- Ali se veía furiosa y temblaba.

-No te atrevas a decir eso. Sabes por qué lo hice, y ahora estás usando todo lo que te conté en mi contra.

-Despierta, niña. Deja de ser tan malditamente infantil. En este mundo, no puedes tener lástima de ti misma, porque si no te hundes tú misma, carajo. No estoy usando eso en tu contra. Solo te estoy diciendo que debiste atenderte en todos tus problemas. Pero sigues aquí teniéndote lástima, porque es lo mejor que sabes hacer.

-Ya te dije que eso era cuando yo tuviera el dinero para pagarlo. No entiendes ese maldito punto.

-No necesitas dinero para pagarte un psicólogo. Entendiste. No necesitas eso. Quien busca ayuda la busca, y ya no necesitas pretextos estúpidos. Sabes que no voy a seguir aquí. Ya tengo suficiente con todo esto para hacernos más daño. Tú haz tu vida, y yo la mía.

-Pues bien, ojalá que nunca te arrepientas de tu decisión. Escuchaste- Le di una cachetada.

FIN DEL FLASH BACK

Que más podía hacer si no sabía lo que pasaría en estos dos años que pasaría aquí en miami solo quería estar tranquila y no saber de nadie más, si bien quería recuperar a mi ex, tampoco estaba cien por ciento segura de si ella estaría conmigo o no, solo iba tras un sueño una fantasía para mí.

Escuche unos pequeños golpes en la puerta, me pare quitando el seguro y abrí levemente era esta Vero con dos cafés en la mano.

- ¿Puedo pasar? - preguntó haciendo una señal con los cafés.