Enfocado en el azul cielo camine dejando atrás mi sueño. Estuve presente en aquel puente donde todo se volvía latente. Despacio y con cuidado me senté con sólo una baranda que me sostenía muy descuidado. Me sentí como esa vez cuando te tenía a mi lado. Voltee a mi izquierda y tú sostenias mi mano, pero luego de unos segundos supe que no era así y aparte mis ojos a otro lado. Fijamente mire el sol que una de esas tardes te había alumbrado, te veías preciosa, que mal que todo esto haya pasado. Desperté de mi ensoñación y levantandome me fui de allí. Me lleve conmigo los recuerdos del ayer, pero sin dejarlos abrir. Seguía la carretera que una vez contigo camine, ese día cuando no soltaste mi mano y me sonreiste de una manera tan hermosa que no se me ha olvidado. Alejandome de ese lugar supe que en mis ojos lágrimas se habían juntado, no creo olvidarte ¡Y amor! Gracias por haber estado...
-Despedida