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Los años pasaron, mientras Rusia se esforzaba por crecer más rápido mientras tenía el recuerdo vivo del azabache en su mente pues cada que comía sus desabridas y feas verduras recordaba la risa de hiena de su futuro omega. En cambio, Perú no la paso tan bien pues tras varios sucesos no tuvo tiempo de suspirar por el mocoso ruso pues tras pasar por tanto estrés fue olvidando su semana divertida y volviéndose más amargado que antes haciendo que su aroma se pusiera más agrio como hiervas marchitas.
Fue en el año dos mil cuando Rusia lo volvió a ver, en una Reunión de ONU, el ruso aun recordaba lo emocionado que estuvo cuando en el año mil novecientos noventa fue a la junta para ver al azabache y no lo encontró, según sabía por Colombia Perú se ausentaría largo tiempo de las juntas mandando si no era a un humano a su capital quien se veía estresado, nunca reunió el valor para preguntar por su amado.
Y ahora estaba ahí frente a él, conversando con Bolivia mientras comía por debajo de la mesa unas papas, nunca se le hizo tan tedioso el tiempo en que duraba la Reunión hasta que al fin todos los reportes fueron entregados.
Se levantó tropezándose tres veces con su mismo pie, escucho la risa de Ucrania, pero no le importo ahora su vista estaba clavada en los lagañosos ojos dorados del despeinado bicolor.
──── ¡Perú! ────grito llamando la atención del azabache y del hermano de este, como Rusia no obtuvo respuesta algún grito aquello que le había aconsejado Colombia hace varios años────¡Ya llego el amor de tu vida! ────Bolivia lanzo una carcajada acompañado de un eructó por tal pendejada. Por otro lado, Perú trataba de hacer memoria, pero no se acordaba y como no tenía ganas de que le dé una jaqueca respondió simple.
────No te conozco, pero ye pareces al tarado que me bajo a mi casi-no-novio. ────reconoció al ver el gorrito. Rusia se quedó helado y no sipo de donde reunió el coraje para subirse encima de la mesa del bicolor lagañoso.
──── ¡Uno aquí desviviéndose y comiéndose sus verduras por usted y ni me reconoce! ────tal vez había visto algunas novelas de Colombia o tal vez se le salió lo marica, por otro lado, estaba divirtiendo a los americanos y confundiendo aún más a Perú.
──── ¿Eres europeo? ────pregunto con cara de confusión masiva.
────No. ────alargo la "o" por unos buenos cinco segundos ────Ya le dije que soy el amor de su vida ¿Tengo que medir lo mismo que mi padre o algo así? ────la última pregunta fue más para sí mismo que para el peruano quien se aplastaba la cabeza para recordar a tal muchachito mongol y gritón.
──── ¿Tu viejo es URSS? ────apretó uno de sus ojos mientas mordía su dedo, su vos sonó muy insegura pues ni puta idea quien era el chibolo.
──── ¡Si! ¡Mi viejo es URSS el metiche! ────grito más fuerte, que buenos pulmones tiene el hijo de puta ──── ¡Y usted es mi esposo no legitimo! ────Windows reiniciándose en tres, dos, uno...