No lo soporto

Narra Mikasa.

–Traeme un vaso de jugo o mejor de alcohol- ordenaba el castaño como si fuera el rey.

–Y tu tráeme algo para comer, que tengo hambre- volvió a ordenar a la primera mujer que se le pasa por enfrente.

Y ahí estaba, la forma de ser de mierda de Eren. Otro día más teniendo que aguantar su forma de ser demandante.

Por más de que sea como mi hermano, nos criamos juntos y él me salvó de ser asesinada. No lo soporto más.

Debido a que es el arma de la humanidad, empezó a creerse el centro del mundo, un Dios. Cuando en realidad es todo lo contrario, es solamente un chico con aires de grandeza.

No veo la hora de que acabe este día o simplemente la primera oportunidad que tenga para alejarme de él, quiero volver a mi habitación y acostarme con mi novia para que me saque toda estás ganas que quemar el cuartel y pelear con todos.

–Mikasa...

–Mikasa...

–MIKASA.

–A-ahh si- estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que Eren me estaba hablando.

–¿Qué sucede?- pregunté con mi típico tono despreocupado y tranquilo.

–¿En qué estabas pensando? ¿no vez que te estoy hablando?, No podés dejar a alguien de mi magnitud hablando solo- dijo egocéntricamente, me tiene harta. En cualquier momento le cruzo la cara de una cachetada.

–Eh si, disculpa ¿qué decías?- dije fingiendo interés, ya que no me importaba en lo más mínimo lo que me quería decir.

–Que si viste todos los perdedores que hay en este lugar-dijo mirando despectivamente a todos los que se encontraban en el comedor.

–Si, ajá, no sé- dije mientras miraba mis uñas, las cuales estaban un poco largas y con tierra. Después tendría que cortarlas.

–Encima mirá- dijo señalando a Ymir y Christa dándose caricias -este lugar está lleno de homosexuales -dijo haciendo una mueca de asco, haciendo que está vez si me enoje.

–OYE, ¿Qué mierda te pasa?- le pregunté enojada.

–¿Qué es lo qué me pasa?, como osas gritarme- dijo ofendido mientras se parada y se ponía enfrente de mí.

–Yo te grito si quiero- dije mientras me paraba, al ser un poco más alta que él y mi cara de enfadada por lo que había dicho se asustó un poco, iba a abrir la boca para hablar pero dió media vuelta y se fue.

Al irse, ví que bastantes de las personas que se encontraban ahí estaban mirando la situación, pero al ver a Eren retirarse volvieron a sus cosas. Ymir movió la cabeza en forma de agradecimiento por enfrentarme a Eren y defenderlas, a lo cual yo respondí igualmente con un movimiento de cabeza.

Me fuí por el camino opuesto al de Eren, dirigiéndome a mi habitación la cual compartía con mi novia, Annie.

Les voy a contar, Annie y yo llevamos un tiempo siendo novias y la amo con todo mi corazón. Todos en el cuartel a excepción de Eren saben de nuestra relación, y me siento cómoda de que sea así.

Porque tener que aguantar todos sus comentarios machistas y homofóbicos ya es suficiente, pero si son dirigidos hacia mi o hacia Annie ya sería el punto culmine de mi ira y ahi si que no se salva nadie.

Minutos después llegué a mi habitación, al entrar ví a la mujer más linda del mundo acostada en el medio de la cama leyendo un libro que por sus caras habían cosas que no estaba entendiendo. Cuando escuchó la puerta abrirse miró hacia ésta, y al verme se levantó a saludarme ya que no nos habíamos visto en toda el día.