Samantha~
-Yo estaba sentada en una banca del parque, luego de haber discutido con mi padrastro. No lo soportaba. Ese hombre me odiaba tanto como odiaba a mi madre. Solo la tenía para no estar solo, y por supuesto, para jugar .
Ella al contrario si lo amaba. Tanto, que no le importaba que fuera un borracho, que comprara ropa y accesorios de marca, que me golpeara cuando se le pegaba la gana y que hablara mal de mi padre como si el hubiera sido el malo de la pelicula cuando era lo contrario. Mi mamá soportaba todo eso y más. Porque nunca quiso estar sola, bueno, nadie quisiera estarlo estando sola con 6 hijos y que la mayor solo tiene 13 años.
Nunca la culpe... Solo la odié mucho.
Vivimos en una casa con 3 cuartos y 1 baño. Además de un sueldo que no daba ni para mantener a la misma casa. Aun así nos la arreglábamos como podíamos.
Íbamos a la casa de mis tías, (que por cierto ellas si tuvieron éxito en la vida ) a sólo bañarnos o a sólo comer, lavarnos los dientes, etc.
Mis tías Ana y Elizabeth quisieron comprarle una casa cómoda a mamá, pero mi padrastro lo supo y nos prohibió volver a sus casas. Luego supe que se fueron de la ciudad. Las dos.
No tengo muchos amigos, ninguno en realidad. Si no fuera por las peleas con mi padrastro y el colegio (al que no acudía muy seguido) no saldría de mi casa, por cuidar a mis hermanos. Es algo lamentable, pero uno se acostumbra a vivir así.
-SAMANTHA!!! -gritó mi padrastro, que con ese grito me despertó de mis pensamientos -SI NO VIENES A LA CASA A LA CUENTA DE 3, TE ROMPERÉ LA MANDÍVLA!!!
3!!! 2!!!
- Toda la gente que iba caminando en el parque escuchó su grito. Se me quedaron mirando y hablando a mis espaldas. Fuí corriendo a la casa porque no me apetecía resivir una bofetada, aunque por dentro sabía que la resiviría de todos modos.
Entré rápidamente a la casa. Y para mi sorpresa el estaba ahí, en la puerta, esperandome. No me di cuenta cuando recibí la bofetada que me cubrió hasta el ojo. Luego de eso, lo escuché reírse de mi. Aunque mamá había visto la escena, no hizo ni dijo nada, ni siquiera me miró.
-Ahora ve a tu cuarto! - me dijo después de reírse un rato - ve a cuidar a Emith, a llorado toda la puta tarde! Así no se puede descansar!!! - miró a mi madre y le ordenó que volviera a la cocina. Obedientemente ella lo hizo.
Subí rápidamente a ver a mi hermano quien con el alboroto de abajo chillaba y lloraba mas fuerte de lo normal.
Me tragé mis lágrimas para que el no me viera así, porque aunque tuviera solo 10 años, el entendía todo.
-Hola -le dije con una sonrisa falsa- estas bien? Necesitas algo?
-No -dijo comiéndose los mocos y secandoce las lágrimas, ya calmado con mi presencia- me abrazas?
- Por supuesto - le di un cálido abrazo y el lloró en mis hombros- no deberías hacer mucho ruido cuando duerme su siesta.
- Te ha golpeado otra vez? - dijo algo enojado- cuando sea grande y fuerte lo mataré a golpes.
- Pareces muy decidido -le sacudi el cabello-
- Samamtha! -gritó mamá desde la escalera- necesito ayuda con la cena!
-Baje y la ayude a poner la mesa, baje a mis hermanos menores y los senté en la mesa. Bajo mi padrastro y nos sentábamos todos excepto mamá que seguía haciendo los deberes.-
-Mamá, porque no te sientas a comer?
-El me miró como si hubiera dicho la frase mas desubicada del mundo. Agache la cabeza.