II

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•»Aprendí la pasión y sinceridad de ella«•



La noche había llegado y el pequeño apartamento de Hoseok seguía sumido en completo silencio.



En algún momento de la noche Hoseok desde su cuarto logró escuchar el momento cuando Jimin salió de su habitación y se movió por toda la cocina, probablemente en busca de comida.



Tener a Jimin como visita le traía un sinfín de recuerdos. Acostado en su cama, con la mirada clavada en el techo sentía como cada uno se reproducían en su mente como una película.



Un par de niños de apenas de 6 y 7 años, corrían alrededor de un parque infantil recién instalado.



El más bajo, con un aspecto angelical corría tratando de huir de su amigo que, al ser más alto, le pisaba literalmente los talones y no fue sorpresa que de un momento a otro la carrera fuera frenada por una estrepitosa caída por parte de Jimin.



Las lágrimas no tardaron en brotar.



―No, no. No llores Jimin ―Hoseok, preso del pánico, también dio indicios de llanto. Intentó limpiar las lágrimas de su amigo pero tenía las manos sucias por la caída ―. Lo siento por hacerte caer, te lastimaste por mi culpa ―se lamentó dejando salir unas cuantas lágrimas.



―T-tonto, no lloro porque m-me lastimé, estoy todo sucio, mamá me va a castigar ―entre hipidos Jimin le recordó a su amigo lo estricta que era su madre ―. ¿Y tu p-porqué lloras?



―No lo sé ―dijo confundido pero bromeando a la vez. Luego de unos segundos ambos con la mejillas sonrojadas estallaron en risas.



Y como olvidar su primer beso en aquel mismo parque.



El atardecer comenzaba a crear una atmósfera cálida e íntima, o al menos de esa forma lo sentía el par de adolescente.



Ambos ocultos en un deteriorado juego para niños en forma de castillo, estaban en una posición incomoda a causa de los grandes que ya eran para el espacio construido para niños.



Ambos iban ahí por la misma causa; olvidar los malos momentos y relajarse.



Al asistir a distintos cursos a veces, se les dificultaba encontrase por lo que conversaron por varios minutos hasta que Jimin hizo una inocente pregunta.



― Tu primer beso, ¿Ya lo has dado? ―a Hoseok lo tomo por sorpresa pero al mismo tiempo una idea surgió en él.



―No, lo daré hoy ―dijo con determinación.



― ¿En serio? ¿Con quién?



―Con Park Jimin ―de esa forma Hoseok acabó juntando sus labios de forma inexperta y brusca con los de un sorprendido Jimin.



10 segundos exactos duró, aunque para el par de adolescentes fue una eternidad el había revolucionado cada célula de sus cuerpos.



Al separarse, Hoseok fue capaz de observar y disfrutar del hermoso chico frente a él, con sus suaves mejillas coloreadas de rojo y sus esponjosos labios húmedos y entre separados por la impresión, el sol reflejando en sus ojos causando hermosos destellos color avellana.



En ese momento Hoseok supo que no era sólo cariño sino amor lo que sentía por Jimin.



Thighs~

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