Parte Única

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A pesar de las súplicas de parte de su guardaespaldas Jasper, kohaku no podía evitar correr. Era la primera vez que podía viajar en un tren, cuánto tiempo atrás le pidió a su padre poder viajar no importa donde con tal de vivir esa experiencia.

Al llegar a la estación kohaku no paraba de saltar de lo emocionaba que estaba a pesar del incómodo vestido que traía puesto y por atrás suyo llegaba su guardaespaldas notablemente cansado.

- Porfavor señorita kohaku se lo pido ya no corra, no vaya a ensuciar su vestido -. Dijo el pobre hombre notablemente cansado de tanto perseguirla.

- Es que estoy muy emocionada, no puedo creer que por fin pueda viajar en este tren -. Aquel tren era reconocido como el mejor de toda la región no muchos tenían el honor de poder viajar en el para su suerte su primer viaje sería dentro de el.

- Yo la comprendo pero su padre me pidió que no ensuciara su vestido, después de todo así no podría ver a su prometido -.

- Si si ya lo sé, no tenías porque recordármelo-.

Muy a su pesar la razón de aquel viaje solo era para conocer a la persona a la cual su padre la había prometido según él porque era un gran partido pero kohaku sabía muy bien que era porque si se casaba con aquel sujeto su padre tendría control total sobre la mina de metal de su familia.

El plan original de su padre era entregarle a su hermana pero ella estaba enamorada de un herrero del pueblo de dónde vivían y kohaku no iba a permitir que su padre arruinara ese romance así que un día persuadió a su hermana para que se escapara de la casa para que pueda ser feliz junto al hombre que amaba y aunque fue difícil al final accedió aún sabiendo que si lo hacía kohaku era la que tendría que tomar su lugar.

Talvez fue un plan un poco precipitado pero ya estaba hecho, su hermana vivía feliz y ella tendría que casarse con alguien que no conocía.

Según su padre el hombre con el que se casaría era hijo único y por lo tanto heredero de todo lo que tenía su familia incluido la mina que era lo que más le interesaba.

- Señorita -. Sintió la mano de su guardia sobre su hombro.
-¿Se encuentra bien?-.

- Ah..Si no te preocupes solo estaba pensando -.

- Me asustó por un segundo, no respondía a nada que le decía-.

- Perdóname, que me decías-.

- Que ya es momento de abordar-.

- ¡¿de verdad!? -.

Una sonrisa se dibujo de nuevo en el rostro olvidando completamente todo y corriendo sin más para entrar en el vagón su guardaespaldas solo pudo suspirar resignado, ese sería un viaje muy largo.

Ya adentro kohaku no podía creer lo hermoso que era por dentro, los asientos cada uno de ellos acolchonado y de un tapiz rojo el cual era su color favorito.

Y el color de la madera le recordaba a los que su padre vendía y la cual ella en algún momento le ayudaba a cortar a pesar de que él decía que una señorita no debía hacer ese tipo de trabajo pero a ella no le importaba se divertía haciéndolo.

El plan de su padre en era fabricar un tren ya que por lo visto traía muchos ingreso, por eso necesitaba hacerse con la mina de metal y ya que en si  él poseía el almacén más basto de madera de toda la región su idea no parecía descabellado.

Kohaku dejo de pensar en eso después de todo ella que podía hacer las cosas ya están echas, se sentó en uno de los tantos asientos que había y fue justo al costado de la ventana, atraves de ella se podían ver a la gente corriendo de un lado a otro con su equipaje por toda la estación ya no podía esperar para que el tren avanzará.

Viaje en TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora