Lágrimas

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Katherine antes de partir dejo una carta encima de su cama. Había otra escondida en la carpeta de adopción. Y otra escondida en un libro.
La primera decía sobre su partida, la segunda, el odio que sintió porque le mentian, y la tercera, lo triste que se sentía por no haberle dicho y también les dejo muy claro que no querían que la buscarán.

El próximo día llegó. Katherine no despertó con el llamado de su padre a desayunar, o su hermana haciéndole cosquillas, sino patadas de unos hombres para que se despertara y se fuera de la acera.

En su casa, su padre la llamó a desayunar pero no contestó. El mando a su hermana a despertarla. Ella llegó con una sonrisa, pero al entrar se le quitó al instante. No estaba, y tenía una carta. La leyó y los ojitos se le llenaron de lágrimas.

En realidad ella siempre quiso otra hermanita, pero su madre había muerto, y tenía una madrastra muy buena. Decidieron adoptar una niña, menor que ella. Todos la quisieron mucho. Ella siempre lleno ese vacío de no tener atención de sus padres con ella, ya que cuando llegó, la atención la recibió su hermana, no ella, la hija única.

Reviso toda habitación y encontró la tercera parte. Busco por todas partes la segunda, y la encontró. Se fue de la casa sin tener en cuenta que su padre le preguntaba que había pasado.

La chica perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora