Un día normal, paseando por la calle, escucho de repente una voz que se me hace familiar.
Tras pensar unos momentos, me doy cuenta de que es mi waifu... Joseju.
-¡¡¡Josejuuuuu!!!. Grito yo.
-¿Eh?, recórcholis, rayos y centellas, me ha pillado. Murmuró Joseju.
Lo cojo del brazo, y lo llevo a un callejón, me quito apresuradamente la sudadera de Goku y le digo al oído mientras se mueve alterado:
-Vamos a jugar a mi juego favorito... Le susurro al oído.
Acto seguido me siento, saco el tablero de parchís y las fichas y elijo color.
-Te dejo sacar a ti, querida waifu...
Y esa es la historia de cómo conocí a Joseju y jugamos durante 2 horas seguidas al parchís.