Destinados (DAMIRAE)

Capítulo 6

Después esa radiante cena entre la diosa del caos y el caballero de la noche, ambos se dispusieron en ir a la habitación del hombre a "conocerse mejor" Al llegar, Damián cerro la puerta de su habitación con llave y empezó a acercarse a la mujer, este retrocedió hasta quedar contra la pared

-no crees que deberíamos conocernos más? - decía de forma sensual con una sonrisa pícara

-me encantaría Damián, pero no puedo, mi padre me está llamando- decía sería

-haces? - decía sorprendido

-si- decía mientras se transformaba a su verdadera forma

-volveré a verte? - decía esperando una respuesta positiva

- me veras cuando menos lo esperes- decía con una expresión de felicidad

En eso Raven se acerca al hombre y le da un beso en los labios para después marcharse de la tierra y terminar en su templo

Al volver a su templo vio que sus monstruos la recibían con una reverencia

-también me alegra verlos primores- decía con una sonrisa maliciosa

-hicieron caos en el Olimpo mientras no estaba- decía de forma burlona a lo cual los monstruos negaron en respuesta

En eso un aura oscura y tenebrosa hizo que Raven se enderezara y pusiera una expresión de fastidio

-me llamaste padre? - decía mientras se volteado a verlo

-si, en donde estabas? -decía con una expresión intimidante

-solo estaba en la tierra, viendo el caos que hacían, sabes tan bien como yo que el caos me hace más fuerte, y lo disfrutó cada avezado que lo veo- decía con una sonrisa maliciosa mientras se ponía enfrente del planeta

-eso no es lo que yo veo, te estuve vigilando, estabas con ese mortal, Raven, los dioses tenemos reglas y la más importante es "no sal- no pudo terminar ya que Raven lo había interrumpido

-" No salvar a mortales porque pueden ver nuestra imagen divina y se volverán locos por tenerla" Lo se padre, pero este mortal no expresó esas emociones- decía defendiendo lo

-no? Entonces que expresa en su interior- decía esperando la respuesta de su hija

-expresa dolor, sufrimiento, ira, me llama mucho la atención es la primera vez que un Dios salva a un mortal y este no enloquezca, me gusta- decía con una sonrisa maliciosa

-bien te dejaré verlo, pero no quiero que ustedes tengan relaciones, sabes muy bien lo que ocurre cuando un Dios se enrolla con un mortal- decía serio

-lo se padre pero Zeus se enrollo con muchas mortales- decía tratando de defenderse

-lo se hija, pero el es más poderoso que todos nosotros, literalmente el es el más poderoso, yo soy el segundo y tu eres la tercera y la primera Diosa más poderosa que haya existido en el olimpo-

-bien, tranquilo, no tendré relaciones con el mortal- decía mientras cruzaba los dedos detrás de su espalda

-muy bien, dentro de nada tienes que venir al templo de Zeus el quiere hablar contigo de algo muy importante

-bien- decía mientras se volteaba para ver lo que ocurría en la tierra

Pero en realidad estaba metida en sus pensamientos, era cierto los dioses inferiores a Zeus no podían tener relaciones con los mortales, ya que se transformarían en mortales y haríamos que el Olimpo se desiquilibrara, solo Zeus podía hacerlo, y los que le siguen que solo sería su padre Hades, ella al final no podría estar con Damián, solo podría verlo y también desde las sombras, no podía disfrutar de las caricias del hombre que ahora amaba

Cierto, ella tenía prohibido amar a alguien, incluso a un mortal, nunca pensó que se enamoraría, ya que si se enamoraba terminaría sufriendo pero tan solo salvar a Damián aquella vez cuando se estaba ahogando sintió una conexión muy grande entre ellos, por lo cual hizo que ella de enamorara perdidamente de el, pero estaba claro, que si alguien se lo quitaba, ella misma la mataría

En eso Raven tuvo que ir al templo de Zeus ya que al parecer su padre quería que fuera para hablar con su tío, por lo cual se fue y estaba justo en la Sala del trono donde estaba Zeus sentado en su trono

-mi querida sobrina, me alegra verte aqui- decía con una sonrisa

-también me alegra verte tío, y para que querías verme? - decía mientras hacia un pequeña reverencia

-quería hablarte sobre el matrimonio-

Raven no podía creerlo, su tío estaba hablando de un tema demasiado íntimo, eso era muy extraño

-que sucede con eso? - decía de la forma más neutral posible

- veras, a parte de mi hermano tu eres la primera diosa más poderosa del universo, antes lo era Afrodita hasta que tu naciste, los dioses tenemos reglas y una de ellas es que los dioses más poderosos tengan un matrimonio con otro Dios poderoso, ya que la única diosa que es más poderosa, más que mi propia esposa eres tú, por lo cual quiero que te cases conmigo-

Raven estaba sorprendida, no podía creer que Zeus le estuviera pidiendo eso, eso era justo lo que ella temía que pasará, esa era la regla más importante en todo el Olimpo, y muy pocas veces suele ocurrir y ahora estaba ocurriendo, y lo peor es que no podía negarse, ya que cuando el Dios Supremo como Zeus da la noticia de que va a casarse con una diosa, esta diosa no puede negarse

No sabía que hacer, no quería casarse con el, con su propio tío, eso era lo último que haría, ahora ella estaba enamorada eternamente de Damián no podía arriesgarse a que Zeus lo asesinara por lo cual tendría que advertirle

- y bien Raven, te casarias conmigo? -decía mientras se ponía enfrente de ella

-yo... Tengo que irme- decía para después teletransportarse