Capitulo 1

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Sakura llevaba en sus brazos a su pequeña Sarada y del hombro izquierdo llevaba colgando el bolso con las cosas necesarias para que la pequeña pasara la noche en casa de su tíos , ya que a ella le tocaba turno nocturno ese día y no había podido cambiarlo.

—Ya veras como te divertirás con la tía Hinata y Sakumo —Sarada se aferró un poco más al cuerpo de su mamá.

Sarada tenía unos ojos negros y expresivos para su corta edad —apenas dos años y medio— y una actitud muy tranquila.

Sakura suspiró, no le gustaba alejarse de su pequeña, pero su padre pasaba casi todo el tiempo viajando y tampoco podía dejarla en casa de sus padres, pues estos habían salido dos días atrás a unas pequeñas y relajadas vacaciones.

—Ya veras que el tiempo pasa rápido y mamá ya estará contigo de nuevo —la pequeña sonrió a su madre y recostó su cabeza en su pecho.

Igual, siempre se divertía cuando estaba con Sakumo y más si estaba el tío Kakayi.

-/-/-

—¡Kakayi , Sakumo, ya pronto estará la cena! —hablo Hinata  desde la cocina mientras escuchaba a su pequeño gritar "¡eureka!" como podía.

Kakayi había estado jugando con su pequeño desde temprano, lo había correteado por toda la sala, se habían tirado papeles mutuamente, Kakayi había sido el caballo de Sakumo y hasta su mimo.

—Ya está, ya esta —Kakayi entro a la cocina con el pequeño Sakumo en brazos y depositó un beso en la nuca de Hinata—. Me pondré a leer esos documentos —y abrió el refrigerador para tomar agua.

—Yo, yo también —Sakumo hizo un gesto con sus manitas para que Kakayi le pasara el vaso con agua, al verlo, tanto Hinata y como Kakayi rieron.

—Sakura debe estar por llegar con Sarada-chan, así que no te concentres mucho y ten cuidado con Sakumo, sabes que rompe cualquier cosa que ocupa tu atención - Kakayi asintió y sonrió mientras se llevaba a su pequeño tornado consigo de nuevo a la sala.

Sakumo miraba divertido como su padre se echaba al suelo alfombrado boca abajo consigo entre sus brazos y unos documentos delante de ambos.

—Sakumo, vamos a leer esto, es importante , así que procuremos no romperlos —Sakumo asintió.

—Bien, bien —dijo el pequeño —no lo romperé —Kakayi se aguantó una carcajada. Sakumo estaba a pocos meses de cumplir tres años y era un pequeño muy vivaz, incluso hablaba casi a la perfección, todos decían que se volvería un prodigio, aunque esas cosas no le importaban ni a Kakayi ni a Hinata.

—Veamos... —y empezó a leer, pronto se dio cuenta que cuando emitía algún sonido, su pequeño lo imitaba.

Así pasaron unos quince minutos mientras que pasaba las hojas y su hijo imitaba sus "uhm, ah, interesante" con su infantil voz.

Hinata tenía un rato mirándolos y solamente podía sentirse agradecida por tenerlos. El timbre de su casa sonó y aviso que abriría.

—Sakura-san —saludó sonriente a la pelirrosa, cuya ceja le tembló ante la educación.

- Sabes, que me puedes decir solo Sakura, Hinata - dijo la pelirrosa sonriendo a la señora Hatake.

La pequeña Sarada miró a su tía Hinata, siempre le había llamado mucho la atención el cabello negro azulado largo, el cual le llegaba por debajo de la cintura su tia Hinata a le dejaba jugar con el a su antojo.

Quería jugar con el, así que se estiro hacía su tía, quería jugar con ese largo cabello, jugar, jugar.

Hinata sonrio  y tomó a la pequeña pelinegra en sus brazos.

—No pienso decirte nada a Ino, que ya no es la tia favorita  —fue la respuesta de Sakura, sonriendo al ver que su pequeña se llevaba bien con Hinata—. En verdad lamento tener que dejar a Sarada con ustedes —añadió, un poco apenada.

—Sakura, no es ningún problema, lo sabes —alzó un poco más alto a la pequeña Sarada, cuyos cortos y negros cabellos estaban peinados hacia un lado, la pequeña le devolvía una mirada curiosa con esos negros ónices que tenía por ojos.

Ambas madres se pusieron a platicar un rato mientras Kakayi tenía algo "más grande" con lo que lidiar.

Sakumo seguía sentado entre sus brazos y sostenía entre sus manos uno de las hojas del documento que leía su padre.

Kakayi abrió sus negros ojos con sorpresa y estuvo a punto de decirle algo a Sakumo cuando sólo se escuchó el ligero "crash" de la hoja ser partida en dos.

El rostro de diversión de Sakumo —sus opalinos ojos concentrados y su pequeña lengua fuera y a un lado de la boca— podrían haber resultado enternecedor a ojos de su padre, pero no en ese momento.

—Sakumo... —dijo, con tono apesadumbrado.

Sakura ladeó su cabeza y vislumbro a su Seisei  como nunca lo había visto antes, echado boca abajo en la sala con el pequeño azabache entre sus brazos.

—Uhm... hola Kakati-seisei—saludó Sakura al Shinobi, que volvió su cabeza hacia ella con el rostro ocultó como de costumbre.

—  Sakura, Sarada-chan me alegra verlas  —respondió sonriendo, aunque no se notaba por su máscara  mientras se ponía de pie, alzando al pequeño Sakumo lejos de los documentos restantes. Sakura vio que el pequeño lanzaba al aire pequeños pedazos de papel y asumió lo que había sucedido.

Era un cuadro raro y a su vez enternecedor, no estaba acostumbrada a ver a Kakayi con su pequeño ya que al ser Hokage su horario era apretado, aunque pronto se retiraria, y aunque su rostro sonriendo, debajo de la mascara parecia el de costumbre, percibía el matiz de orgullo en los profundos y negros ojos del sexto Hokage.

A pesar de que el pequeño había destrozado un, probablemente, importantisimo documento, Kakayi tenía una expresión que era pura felicidad —con su nota de exasperación por el documento destrozado de por medio— pero igual, felicidad.

Le alegraba que su Seisei pudiera ser feliz.

Hinata volvió la cabeza un instante y sonrió nerviosamente mientras a su vez Sarada extendía una de sus manitas para tomar uno de los largos mechones de su tía Hinata

—Ya le había dicho que no se distrajera —Sakura le devolvió la sonrisa nerviosa, reaccionando y le tendió el bolso con las cosas de Sarada.

Mientras las dos madres se despedían, Kakayi pasaba saliva fuertemente y pensaba en qué excusa le daría a Shikamaru por la ausencia de una de las hojas de ese documento.

—¡Jugar, jugar! —pedía Sakumo mientras Kakayi sentía que un viento frío se acercaba a sí.

Qué difícil era ser padre.






I base myself on the story of Harumaki03



Familia Hatake-HyuugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora