Después del accidente, Madison tiene recuerdos de ¿algo que no pasó?...
Ella tiene que seguir su vida, pero;
¿Jefnier tendrá un espacio en ella?
¿Podrán comenzar una nueva historia juntos?
¿Debería contar lo que soñó?, Si lo cuenta, ¿eso hará algun...
Como pude abrí mis ojos poco a poco, desearía poder seguir durmiendo pero el delicioso olor que provenía de la cocina me lo impidió. Algo adormilado busque mi celular encima de la mesita de noche en busca de la hora
10:53 a.m
Con pereza me estire y me dispuse a levantarme, me cepille los dientes e hice mis necesidades y me dispuse a seguir ese delicioso olor. Entre más cerca estaba de la cocina más me crujía el estomago
Baje las escaleras y de inmediato lulú y Vampy corrieron hacia mi ladrando y moviendo su cola, me detuve a saludarlos un rato y me adentre en la cocina
Madison se encontraba con un short casi imperceptible por lo largo de la ancha camiseta que llevaba, su cabello estaba envuelto en un moño y se movía del lavaplatos, al mesón y a la estufa rápidamente
No entendía cuál era el efecto que ella tenía sobre mi, desde que la vi en aquel centro comercial me llamo la atención, pero a este punto no entendía mi necesidad de cuidarla todo el tiempo, de ayudarla y de estar para ella. Jamás le he sido infiel a Tatiana, la idea simplemente no pasaba por mi cabeza porque soy creyente de que si estas con alguien debes respetarlo y serle fiel, pero cada vez que veo a Madison...
Quiero todo con ella
Quiero abrazarla, probar sus labios de los que estoy seguro me volveré adicto, hacerla mía cada vez que pueda, pero sobretodo ofrecerle todo lo que se merece. No necesito conocerla más para saber que tiene un corazón gigante y su sonrisa ya me tiene más que cautivado
Siento que la conozco desde hace mucho tiempo atrás y no entiendo el porque
Tentando a mi auto-control y a mis ganas de abrazarla por la cintura y robarle mil besos, me acerqué
-Buenos días
Ella dio un pequeño brinco en su lugar antes de girarse hacia mi y dedicarme una hermosa sonrisa
-Buenos días- detuvo lo que estaba haciendo y se quito los audífonos que no me había dado cuenta que traía
Sonreí sin poder crear una oración cuerda que pudiera salir de mis labios
Ella se giro y prosiguió con lo que estaba haciendo, por mi parte rápidamente me senté en detrás de la isla, dejando que esta se interpusiera entre nosotros
-Espero no te moleste, pero es la única forma en la que te puedo agradecer todo lo que haz hecho por mi
Créeme, quisiera que lo agradecieras de otra forma
De la forma en la que llego ese pensamiento, lo deseche y me cachetee mentalmente
-¿Quieres café?- giro su cabeza hacia mi esperando respuesta
Asentí dándole una sonrisa
Ella se volvió a girar buscando entre las repisas una tasa, abrió una frente a ella y las tasas se encontraban en el ultimo compartimiento, estiro su brazo teniendose con el otro pero solo las punta de sus dedos rozaban con la tasa.
Mi mirada viajo sin pensarlo hacia su cintura, su camisa se había subido lo suficiente como para dejar ver parte de su cintura, y al estar de puntas su short se había subido un poco, así que ates de poder procesar mi vista me acerque tomando la tasa por ella
Nuestros pechos chocaron y ella se giro hacia mi.
No me había detenido a pensar cuan pequeña era, no quiero decir que era súper baja, pero si lo suficiente como para tener que agacharme un poco y así poder besar sus labios
Sus labios... me volvería loco si no los probaba pronto
Nuestras respiraciones chocaron, sabía perfectamente que ella tenia las mismas ganas de besarme, podía verlo en sus ojos
Narrador Omnisciente
Jefnier sabía que no sería capaz de alejarse, no sin antes hacer contacto con esos labios, esos labios que lo volvían loco aunque por culpa de su hermano no había podido saborear
Madison por otra parte, tenia una guerra en su interior, sabía que no quería enredar más las cosas de lo que estaban con aquellos recuerdos que le llegaban a la mente con cada momento que pasaba junto a él, pero también sus labios, su cuerpo y su mente, aquella donde almacenaba todos esos recuerdos de aquella historia que tal vez no pasó, lo pedían a gritos, de todas las formas posibles
Ambos podían sentir la necesidad que sentían por el otro, el deseo que recorría su mente y su cuerpo, pero ninguno se acercaba, y ninguno de los dos entendía el porque
Hasta que Madison decidió escuchar a su parte cuerda y romper con aquella burbuja, donde ambos, se habían metido sin querer. Pero antes de que su cerebro pudiera enviar las debidas instrucciones su cuerpo le jugó una mala pasada y cortó la distancia electrizante que había entre los dos
Ambos chocaron sus labios y lo que sintieron, ni yo, podría explicárselos. Fue el choque de dos mundos, que al unirse explotaron formando una galaxia cargada de mil emociones electrizantes que no se pueden expresar en palabras
Aquel beso no era para nada romántico, no era lento, suave o si quiera amable, podría decirse que era todo lo contrario, era rápido, salvaje y cargado de deseo, de un deseo que ninguno de los sabía que llevaba adentro
Con la respiración acelerada, Jefnier tomo a Madison por debajo de su camisa, de la cintura, haciéndola dar un brinco y que a la vez sus piernas se enrollaran en su torso desnudo. Sin cortar el beso se giro y la dejo sobre aquella isla, sus manos viajaron por su espalda, apegándola a él sin ningún rumbo en especifico, por su parte, Madison, cruzo sus brazos tras la cabeza del joven, atrayéndolo más hacia ella, como si hubiera esa posibilidad
Entre besos Jefnier comenzó a trazar un camino por su mandíbula, luego por su cuello y su clavícula, con algo de brusquedad se separo de ella y de un tirón quito aquella camisa que le impedía seguir con su camino. Sin poder evitarlo, como si de un imán se tratara, se abalanzo sobre sus labios nuevamente, mordiendo y chupando.
Y como lo había pensado, solo le bastaron unos minutos para volverse adicto a ellos
Sus manos comenzaron a descender de la cintura de la joven, hacia sus glúteos, apretando estos con fuerza, provocando que un gemido saliera de sus labios, algo que fue música para sus oídos, motivando más el deseo de ambos hacia el otro.
Pero como si el universo estuviera en su contra, la misma puerta que los había interrumpido la noche anterior, se volvía a abrir, repitiendo su acción por segunda vez. Pero esta vez no era el hermano del cantante, esta vez...
Era una mujer, no muy contenta....
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