Sin control.
Sin control alguno deseo cada momento conseguir el sentido de la cuputa de su universo, es un jarrón cegado por su escrutinio latente de su libertad, sin embargo admiro su resplandor que a simple vista cautiva mi mirar
Tal cual como una copa de vino en el regazo, contemplando el unisono del crepúsculo.
Rodeo mis cuencas orbitales al son de sus movimiento de su naturalidad al pasear su bello y esbelto cuerpo en la lejanía, me cuesta imaginar que esta obra viviente cual mármol transformado en carne se este contorneando paulatinamente por la proa, un espectáculo al percibir esta majestuosidad, estando en primera fila a unos cintos de metros me hace sentir en un teatro cual orquesta interpreta las escalas mas bellaz jamas nunca antes creado.
El tiempo pasa lento y me sumerjo en un viaje de nunca jamás, al ver como se aproxima con paso cauteloso y una febril sensualidad que cautiva mis sentidos, su acompañante aún que un poco modesto se parta de ella despidiendo con un beso entre mejillas. Su mirada tranquila y segadora se entrelaza con la vista al horizonte para detallar con gozo toda la belleza del ocaso, se detiene por un momento y de su bolso saca un cigarro para aumentar el placer de un momento glorioso.
Mientras tanto me aproximó hacia ella contado los paso como un niño tímido que va por el mandado, me percato que en busca de su encendedor llego en el momento exacto, sin embargo no llegó articular nada ingenioso y me limito a titubear siendo presa de mi enojo ofrezco mi ayuda a una bella dama que no conocía y me ponía a temblar.
Así es como conoci a Laura fresh, en un momento inesperado y todo improvisado puede llegar a su humanidad, ojos suaves como la miel, cabello negro como la mas oscura noche, sonrisa que mata y labios jugosos como una fruta, su cuerpo era una belleza de arte contemporánea llevada a la actualidad, su voz me lleva de ida y vuelta al mundo real, aun que sus posturas un poco extremistas no dejaba a un lado su belleza natural.
Así la conocí, así la queria y así se marcho, se marcho en un parpadeo sin decir Adiós, casi de la misma forma que tardo de nacer el sol, así se esfumó dejando un recuerdo que sin duda escribire en mi libro del recuerdo
