Puerta 201

86 6 63
                                    

Ya habían pasado tres días desde que Cristián había teniendo ese loco sueño. ¿201? ¿Qué peculiaridad podía haber en ese número en especial? Sólo era un número común y corriente entre el 200 y el 202 nada más. 

Debía dejarlo a un lado, tenía cosas más importantes que hacer. Una de ellas era buscar nuevo departamento, por lo que buscaba en internet ofertas de pequeños departamentos a buen precio. Mientras que al mismo tiempo, revisaba de vez en cuando su anuncio de internet en donde había puesto a la venta su auto y su casa desde hace dos días. No recibía respuesta desde entonces. 

Cris: ¡Doc, Ven a Desayunar! 

Chema salió de su habitación igual de depresivo que siempre y usando el suéter azul de su madre. Se sentó al lado de su papá y se sirvió su plato de cereal. 

Cris: ¿Dormiste bien? 

Chema: Sí -Dijo secamente y empezó a comer- 

Cris: Hijo, más tarde vendrán unas personas a mirar el departamento, es un joven matrimonio, por lo que si tengo suerte y sé como hablarles puede que también les venda el auto 

Chema: Aja 

Cris: Y prepárate, porque en la tarde después de mostrar el departamento tú y yo iremos a ver las casas que encontré en línea. Ya hice cita con varios vendedores. Si tenemos suerte, una estará cerca de un parque de juegos 

Chema: Yo no quiero ir. Quiero quedarme aquí EN CASA 

Cris: Doc no te puedes quedar solo aquí, la señora Mildred no está en su casa y ella es la que te cuida 

Chema: Yo puedo cuidarme solo, yo ya soy grande 

Cris: No dudo que no seas grande hijo, pero aun tienes 10 años y no te puedo dejar solo. Además, ¿Qué haces con el suéter puesto? El verano ya está cerca, te dará mucho calor. Ven, te ayudo a quitártelo 

Chema: ¡NO! -Se hizo a un lado- 

Cris: Hijo.... 

José María se dio un abrazo a sí mismo para proteger el suéter de su madre evitando que lo separaran de él. 

Cris: -Suspira- Bien Doc, creo que llegó el momento de que hablemos -Cerró su computadora y miró a su hijo- También la extraño, y no sabes cuanto. Ella era tu madre lo sé, y te faltaron muchos años por conocerla, y yo que la conocí muchísimo más tiempo, es por lo que me duele más. No comparo tu dolor con el mío, porque cada quién vive su dolor y su duelo a su modo, pero por muy diferentes que estos sean, quiero estar contigo para enfrentarlo 

Chema: No quiero olvidarla 

Cris: Doc, no tienes porque olvidarla, el suéter no es necesario, ella vive aquí -Dijo tocando su pecho-  Y de ahí nunca se irá. Lo admito, yo tampoco soy perfecto, a penas a noche fue la primera vez que dormí sin las cenizas de tu madre a mi lado, fue la peor noche de mi vida pero hombre, ¿Quién dijo que dejar ir es fácil?. Un día a la vez ¿Sí? 

Chema: No quiero deshacerme aun de él. Si quieres a veces no me lo pongo, pero me gustaría dormir con él en las noches tal y como ella hacía ¿Recuerdas? 

Cris: Sí -Ríe melancólico- En invierno siempre lo usaba porque decía que sentía mucho frío y las sabanas no eran suficiente 

Chema: Y siempre que yo me enfermaba y dormía conmigo, me cubría con él para que no sintiera frío. Quiero conservarlo aunque solo sea en las noches 

Cris: Entonces lo conservarás. Yo no te lo quitaré 

Chema: Pero me quitarás la casa, la casa en donde crecí, en donde mamá vivió 

Sueño Contigo (Aristemo/Creddy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora