Paréntesis

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Bebíamos café en el balcón, ella cambiando el desayuno por un cigarro y yo contando meticulosamente los granitos de azúcar esparcidos en la mesa de plástico ( Te ves tan linda así, lo eres todo, eres el detalle, eres el placer de estar sin calcetines, eres como eres y te amo por ser así. Todo encaja conmigo, tu mal genio y mi paciencia, tu paciencia y mi sobresalto, tu boca en mi boca, tu dedos en mi mano, mi mano en tu pelo, la palabra no dicha, la dicha de tus palabras, tus ansias y mi agitación, tu sutileza y mi imprudencia, todo, eres perfecta como eres para mi) entonces derramé el café y soltaste una humeante carcajada. Arriba salió el sol y abajo... y abajo, una hormiga.

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