Mi vida diaria

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Hoy es una mañana como cualquiera, despierto y lo primero que veo es un mechon de cabello negro sobre mi rostro, huele a flores y puedo sentir como unos delgados brazos rodean mí cuerpo y me producen un enorme calor. Se trata de mi esposa Nico Robin.
Me encanta despertar así todas las mañanas, creo que es lo mejor que me puede pasar.

-Buenos días fufufu-
-Buenos días Nico-ya - como todas las mañanas le doy un beso en la frente y la abrazo más fuerte.
Esta vez ella me correspondio con un beso en los labios.
-No tengo nagas de levantarme-
-Eso es raro en tí-
-¿Nos podemos quedar en la cama todo el día?-
-¿A hacer qué?-
-Lo que quieras fufufu-
Cuando ella dice eso es obvio que se refiere a momentos intimos como pareja, es lo que me encanta de ella.
-¿A sí?-
Nos comenzamos a besar, ella tomo mi rostro con sus dulces manos y yo comence a bajar más mis manos, comence a tomar su trasero en mis manos y a jugar un poco.
-¿No crees qué deberiamos ír más despacio? Fufufu-
-No lo creo jajaja-
Esta vez es ella quien me besa y comienza con las caricias. Pone su mano en mi pecho y lo comienza a frotar contra el suyo, eso me excita.
Me subi sobre ella y la volvi a besar... Pero algo o más bien alguien nos interrumpio.

-Mami, papi, ya tengo hambre-
-Buenos días Saul-
-Ahora me levanto a prepararte algo ¿vale?, ve a esperarme a la cocina fufufu-
-¡Si mami!-
Nuestro pequeño hijo Saul es un encanto, tiene 6 años. Pero esta vez si que fue inoportuno al interrumpirme con Nico-ya.

-Creo que la diversión se termino fufufu-
-Lamentablemente, me hubiera encantado continuar-
-Podemos seguir en la noche-
-Claro, sí es que hay tiempo-
-Fufufu ojala y sí- sin darme cuenta Nico-ya se vistio rapido y se fue de la habitación guiñandome un ojo.
Cuando llegue a la cocina el pequeño Saul estaba comiendo un emparedado al igual que Robin, a mi me preparo un omelet ya que no me gusta el pan.

-¿Papi, puedo ír contigo a visitar al osito Bepo?-
-¿No prefieres ír con tu madre? a ver a Nami-ya-
-Quiero ír contigo-
-Dejalo que vaya contigo Law, apuesto a que se divertiran fufufu-
-Pero debes ser muy tranquilo, Saul-
-Si- lo admito a Saul y a Nico-ya no les puedo negar nada.

Cuando terminamos de desayunar Nico-ya se fue a cambiar junto con Saul, se veía preciosa con un vestido blanco de encaje.

-Nico-ya, ¿quiéres que te alcancemos con Nami-ya?-
-Mejor nos vemos en la plaza, así podemos salir los 3 juntos-
-Yo si quiero- dijo el ilusionado Saul
-Bueno entonces nos veremos ahí- le di una sonrisa a Nico-ya y me fui con Saul a ver a Bepo.

La visita con Bepo fue como siempre, hablamos sobre su nueva vida y la de los demás, el resto de la visita Bepo se la paso jugando con Saul, ambos se veían tan tiernos cuando estaban juntos, pero en fin, un rato después nos fuimos a la plaza para estar con Nico-ya. De lejos pude verla sentada layendo un libro como siempre.
Lo admito, no soy del tipo de hombre celoso, pero odio ver como otros hombres se le acercan a Nico-ya como si estuviera sola, pero es una lastima porque es mi esposa y ella jamas le hara caso a alguno de ellos.

-Nico-ya-
-Hola mi amor fufufu-
-¡Mami!-
-¡Saul! Ven mi pequeño-
Lo mejor de todo es ver como el hombre que se sento a su lado pone cara de sorpresa
-¿Nos vamos?- le tome la mano a Nico-ya y nos fuimos junto con Saul a dar una vuelta
-¿Cómo les fué?-
-Yo me diverti mucho jugando con el osito Bepo-
-Claro, cuando Bepo y Saul se juntan parece que nada los puede parar-
-Fufufu, me alegro mucho de que a mis dos personas favoritas les vaya muy bien-
Sin que lo notara Nico-ya se acerco para darnos un beso en la mejilla a cada uno.
-Mira mami, mi papá se a puesto rojo-
-Tienes razón fufufu-
-Es natural que me sonroje cuando mi esposa me besa- rayos, lo dije en voz alta
-¿Enserio?- pregunto mi hijo
-Entonces me preocupare cuando no te sonrojes más- me dijo Nico-ya con una de sus hermosas sonrisas
-Creo que ya es hora de ír a casa- dije sin pensar
-Yo también quiero ir a casa, ya me aburri-
-Entonces vayamos a casa-
Tome a Saul en uno de mis brazos y con mi otra mano tome la de Nico-ya y nos fuimos rumbo a la casa.

Casi siempre son así mis días, y jamas me aburro de ellos. Creo que la mejor decisión que pude tomar en mi vida fue hacerme aliado de Mugiwara-ya, de no haber sido por eso jamas hubiera conocido a Nico-ya y quien sabe que seria de mí ahora sin ella. Saul y ella es lo mejor que puedo tener en la vida.
Aveces quisiera que Cora san estuviera aquí para presentarle a mí familia, de seguro estaria siempre jugando con Saul.

-Que bueno que ya llegamos- dijo Saul
-Tienes razón, hay que descansar un rato- sugeri
-Yo me ire a bañar mientras ustedes dos juegan- anuncio Nico-ya

Aun recuerdo el como empezo toda nuestra historia juntos, y no fue nada facil el poder estar juntos, encontramos varios problemas en el camino.
Es más, no se como terminamos así.

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