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Lee Jeno estaba teniendo un momento oscuro, de aquellos difíciles que siempre pueden asechar en un rincón, pero pasan desapercibidos, a menos que se baje la guardia y, consecuentemente, darles camino libre para procurar el comienzo del agobio, la duda, el cansancio...
No era nada nuevo para el joven, quien desde muy pequeño había sido sometido a altas exigencias, pero, al mismo tiempo, había aprendido exitosamente a mantener la estabilidad mental. Podía lidiar con ello, sin embargo, la acumulación de eventos negativos lo sobrecargaban hasta quebrarlo sin remedio alguno. Surgían ocasiones que lo superaban, como en este caso. Entonces, luego de mantenerse acurrucado en su cama, y una vez que decidía salir de esa desolada fase, tenía dos formas para sobrellevar el mal rato: acudir a su siempre meloso mejor amigo Jaemin, o desahogar toda pena en su cuenta secreta en "you&everyone": una red social altamente reconocida, la cual se usaba para publicar cualquier tipo de tema con la finalidad de recibir a cambio comentarios, consejos, anécdotas, u opiniones.
La primera elección no era viable, ya que Jaemin se había resfriado últimamente, y no había pegado el ojo, por lo tanto, no quería molestarlo. Solamente le restaba acudir a su segunda vía: el internet. Aunque claro estaba, Jeno, al ser el integrante de una de las bandas masculinas más reconocidas actualmente en la industria del pop coreano, no se podía dar el lujo de manejar sitios de ese género tan a la ligera, por lo que ocultar su identidad era la solución. Vagaba por el portal mediante una cuenta falsa para no verse comprometido en algún tipo de problema, además de que su privacidad era un tema complicado por ser popular entre las fans. Pero al final, la decisión de un usuario secreto le había funcionado bien, ya llevaba cuatro años en el portal abierto a todo público, y debía admitir que lo había sacado de apuros con banalidades, y con problemas más profundos.
"¿No les parece que el confinamiento ha logrado que se replanteen lo que están haciendo con su vida?".
Fue una pregunta que resumía todo el embrollo que albergaba en su mente. Estaba exhausto con respecto a lidiar con un encierro repentino, además de tener un reacomodo total en su horario de trabajo y entrenamiento que lo había sacado de su tan preciada rutina. Se cancelaron varias presentaciones en vivo, conciertos, reuniones con fans, sesiones fotográficas, y demás, cosa que le bajaba los ánimos porque siempre fue un gran entusiasta en su papel como artista.
Al carecer de esas actividades, y por no tener la mente ocupada con su trabajo, variadas ideas fluían fácilmente: unas eran meras insignificancias, como querer comprar impulsivamente en línea, o hacerse un nuevo corte de cabello improvisado, pero, de vez en cuando se apoderaban de él fantasías de un Jeno diferente, un Jeno que no se hubiera dedicado a ser artista. Fantasear con ser un estudiante de universidad, o trabajar en cualquier otro oficio como un civil normal era algo que evitaba. No quería sembrar una semilla para dejarla proliferar, a parte, no era lo que realmente deseaba, sino que se trataba de esa pared imaginaria que amenazaba con separarlo de su amor por ser parte del mundo del entretenimiento dadas las difíciles circunstancias.
