Cuarto.

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-Batalla-

"Es sobre un pueblo de invierno, de tierras infertiles 'el frio mataba todo lo que quisiéramos plantar y nuestros animales no tenían que comer' es lo que dice esta parte..." Dijo Robin acariciando la pared para luego caminar deslizando su mano por el lugar manteniendo los ojos cerrados comenzó a leer en voz alta. "Un dios nos ofreció ayuda, a cambio de nuestro oro y nuestras joyas, la tierra volvería a ser fértil. Nuestro pueblo tenía riquezas, pero sin alimentos el dinero no servia así que cedimos. Con sus manos el dios tocó todas las joyas y  nos pidió que las escondieramos en nuestros hogares y nos advirtio de no dejar que nadie mas las use, luego se marchó para siempre.
Al dia siguiente el pueblo estaba lleno de vegetación y nuestros animales estaban saludables. A pesar del invierno y el frio las frutas de islas de verano se podían plantar exitosamente.
Poco a poco la gente se fue olvidando del origen de nuestra bendición. Eramos grandes exportadores, y para invertir en la producción comenzaron a vender todas sus joyas, y a medida que las joyas bendecidas se iban, se marchitaba dia a dia la vegetación. Los ancianos decidieron esconder  su oro en la montaña mas alta de la isla, el guerrero mas noble era encargado de cuidarlo.' El resto se borró por completo... No puedo leerlo."  

"¿Guerrero noble?" Preguntó Sanji en un susurro irónico recordando aquel borracho que fácilmente lo habia llevado a los pies de la montaña, y que tambien estaba dispuesto a llevarlo a su casa. Zoro gruñó al ver a Sanji sonreir.

"Bueno, supongo que es obvio que habla de esta isla." Nami sonó desilusionada por el tesoro que no se podrían llevar ganándose miradas sorprendidas de la mayoría de sus compañeros, mientras que Sanji correteaba a su alrededor halagando su amabilidad. "¿¡Por que se ven tan sorprendidos!? ¡No soy un monstro!"

"Lo que no entiendo, es como una isla exportadora pudo desaparecer de cualquier libro. Es como si alguien poderoso intentó desaparecerla de la faz de la tierra... ¿Pero cual seria el motivo?" Comenzó Robin a cuestionarse mientras se acercaba a la parte borrada de la escritura.

"¿Talvez los ancianos no querian arriesgarse a perder los últimos objetos bendecidos?" Mientras rascaba su mentón Usopp comentó para luego acercarse a Nami quien ya estaba en la salida de la cueva. 

"Chicos, el viento paró, deberíamos regresar al Sunny antes del anochecer... todavía nos queda un dia para que el Log pose esté cargado." Señalando su muñeca le dio dos toquecitos al artefacto para luego salir de la cueva pensando por una ruta mas cercana a la costa. 

── ✦ ──

A medida que rodeaban la montaña, alejándose de aquella curiosa zona en dirección contraria a la cima, podían ver como por fin estaban avanzando, como si estar allí realmente estuviera prohibido. Con Nami guiando al grupo perderse no era una opción tampoco.
Curiosamente el camino de Nami los llevó a un punto lo suficientemente alto para poder ver toda la isla.

"¡Es tan hermoso!" Chopper con estrellas en sus ojos miraba asombrado el lugar sintiendo nostalgia de su isla. "V-voy a mandarle una carta a Doctorine cuando regresemos al Sunny." Se prometió mientras se acercaba a Robin para tomar su mano.

"¡Chicos!¡Esos son barcos de marines!" Usopp señaló la costa mas alejada al pueblo para luego ponerse sus lentes de francotirador buscando mas información, pero no vio nada.

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