HOT SPRINGS
—¿Te gustaría ir? —La profunda voz de Hange se filtró a través de tus oídos; aunque solo escuchaste la última parte, no tenías idea de lo que había dicho antes.
—¿Hmm? —Finalmente la miraste, el pincel en tu mano se detuvo por un momento.
Un suave ceño cubrió sus labios, a veces estabas demasiado absorta en tus proyectos de arte. Por lo general, no le importaba, aunque hoy fue diferente. Habían pasado dos semanas desde la última vez que se vieron, las dos estaban demasiado ocupadas para pasar tiempo juntas.
Por supuesto, ella quería toda tu atención, te extrañaba.
—Lo siento Zoë, ¿Qué me estabas diciendo? —Le sonreíste tímidamente, dejando con cuidado el pincel, tus ojos ahora estaban enfocados en ella por completo.
—Las aguas termales. ¿Te gustaría ir? —preguntó de nuevo, sus ojos parpadeando lentamente mientras miraba fijamente tu rostro.
Tus labios se fruncieron en una pequeña mueca, tu cerebro comenzó a viajar a través de las fechas para asegurarte de que no tenías algún compromiso previo. —¿Cuándo?
Dejó escapar otro suspiro, Hange te amaba profundamente, pero cuando la pintura estaba involucrada... bueno, estabas en un mundo completamente diferente, hasta el punto que era difícil mantener una conversación contigo.
Pero también amaba tu pasión por eso, amaba lo talentosa que eras, la confianza que tenías en tus habilidades. Se lo comprobaba una y otra vez cada vez que producías tus obras maestras.Aunque, ante sus ojos, todas tus obras de arte eran obras maestras.
Para ella eras la mejor obra maestra de todas. Hange podría mirarte fijamente durante horas, podría verte pintar durante horas, pero en este momento, quería ser tu único enfoque.—¿Quieres ir a las aguas termales conmigo mañana? —preguntó una vez más.
—Bueno. —Le sonreíste alegremente, no tenías nada que hacer mañana, salvo dejar un cuadro con su respectivo comprador. Cualquier oportunidad que tengas de pasar el rato con Hange la aprovecharías.
—Bueno. —repitió, mientras una suave sonrisa se dibujaba sobre sus labios. —, Termina, iremos a buscar comida una vez que hayas terminado.
Definitivamente amabas a Hange.
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⠀⠀⠀⠀—¡Hange-san! ¡Aiko-senpai! —Armin exclamó sorprendido. —¿¡Qué están haciendo aquí!?
—¡Mikasa pidió una pieza a comisión! La pasé a dejar ahorita que es temprano. —sonreíste ampliamente. —¡No sabía que estarías aquí hoy!
—Yo sólo estoy de visita. —tartamudeó, sus ojos viajaron torpemente hacia Hange, quien no le prestó atención, sus ojos escaneaban el exterior de la casa.
—Necesito cobrar el dinero, ¿sabes dónde está ella? —preguntaste dulcemente.
—Ella está en el jardín con Eren, por favor entra. —dijo torpemente, haciéndose a un lado.
—¡No tardaré Hange! —gritaste alegremente, disculpándote antes de entrar a la casa, dejando a Hange y Armin parados en la entrada.
—Esta es una bonita madera, ¿es de roble? —Hange preguntó de repente, con sus ojos recorriendo la gran puerta.
—No lo sé Hange-san...
El silencio les rodeó una vez más, pero como dijiste, el intercambio no duró mucho mientras te acercaste alegremente hacía ambos.