Capítulo 4 Otoño

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El resto del trayecto fue algo incomodo, probablemente si ella decía algo, el comenzaría a toquetearla con tal de callarla o le gritaría, como sea no le agradaba ninguno de los escenarios, así que no volvió hablar por el resto del camino.

Adrien: listo, hemos llegado a tu casa.

Marinette: Gracias, Adrien, yo ya me voy, así que hasta mañana.

Marinette trato de salir lo más rápido del carro pero el maldito cinturón de seguridad se había atascado, esto debía de ser una muy maldita broma, el lugar menos seguro para ella en este momento era junto a Agreste.

Adrien: vaya parece que tienes problemas, claro no te culpo estos autos son muy sofisticados para alguien como tú.

Marinette: eres un mocoso engreído.

Adrien: deja que te ayude.

En ese momento Adrien comenzó a acercarse lentamente hasta la chica, paso sus mano lentamente sobre el abdomen de la chica, sus movimientos eran suaves pero picaros, Marinette en su esfuerzo por no sonrojarse o dejar que él viera que su corazón se había acelerado comenzó a contener la respiración.

Adrien: listo, será mejor que bajes tonta.

Cuando la chica finalmente logro salir del auto intento ser muy cuidadosa al cerrar la puerta pues tenia miedo de dañar el lujoso carro sino le iría muy mal, además había sido un largo día y lo único que quería hacer era descansar, no quería seguir peleando con el Agreste. al mismo tiempo que ella salía del carro Agreste también salía rápidamente.

Mientras ella cerraba cuidadosamente el carro, él aprovecho para rodearla por la cintura,  sin previo aviso y con una sonrisa picara de un momento a otro el chico la estaba besando.

Miles de pensamientos invadieron su cabeza, podía sentir como la lengua de Adrien se deslizaba por su boca, mientras que sus ojos veían el rostro del oji verde. Parecía que él estaba disfrutando el momento, se veía relajado y sereno.

Cuando Adrien se dio cuenta de la mirada confusa de la oji azul dejó de besarla casi de inmediato, odiaba esa mirada de confusión y lastima que sólo ella podía expresar, por lo que la alejo de manera brusca.

Adrien: mañana vendré por ti a las 4:00 de la tarde, trata de ponerte algo un poco más revelador.

Marinette: Eres un idiota, además tengo práctica en la escuela, mañana no puedo, así que mejor búscate a alguien más que te haga el favor.

Adrien: bien, entonces supongo que tendrás que buscar un trabajo de medio tiempo para ayudar a tu madre con los gastos de la casa para pagar el jarrón que rompiste.

Marinette: eres insoportable

Adrien: sólo te recuerdo la posición en la que te encuentras Bugaboo.

En ese momento sin darse cuenta ella había sonreído, hace mucho que no le decían hacia, de pequeños él solía molestarla con ese apodo bobo, ella fingía que le molestaba que le dijera así pero en realidad pensaba que era un apodo tierno, claro que fingía molestia para que no le pusiera uno apodo peor.

Marinette: deja de llamarme así, odio que me digas así.

Adrien: de acuerdo, entonces pasare por ti después de tu dichosa práctica, así que termina rápido, odio perder el tiempo.

Marinette: entonces no vayas, y nos vemos otro día

Adrien: si quieres, pero así no terminaras de pagar el jarrón que rompiste.

Marinette: bien, esta bien, te veré mañana a las 4 en la escuela.

Sin siquiera despedirse el Agreste entro rapidamente en el auto y se marchó.

Esclava del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora