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¿Voy a comenzar esto con la otp?

¡Voy a comenzar con la otp!

Aquí mi pequeño AtsuHina, jsjsjsj.

Disfruteeen♡

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Atsumu sabía que todo estaba mal.

"Se nota en sus ojos como el amor se va", pensaba con frecuencia. Demasiada.

Sobre pensaba la situación una y otra vez, consumiendolo un poco cada tanto, sin notarlo.

El chico que amaba había cambiado con los meses. Sus miradas tenían un cariño distinto, sus caricias parecían vacías y él, como el idiota y cobarde que se había vuelto, no quería decir nada al respecto.

"Todo se irá a la mierda si hablo."

Y no quería.

Y no solo eso. El pelirrojo, Hinata Shoyo, de una estatura más baja que él, no era el único que había cambiado.

Atsumu, detrás de tanta seguridad que siempre había mostrado, detrás de sus hermosos ojos dorados, estaba consumido por tantas inseguridades, que era difícil estar en su lugar.

La seguridad que tenía antes nunca había flaqueado tanto como ahora.

"¿Qué está mal? ¿Soy yo, verdad? Siempre soy yo, lo sé...".

Sentía que tenía una personalidad horrible; un cuerpo desagradable; sus marcas, hechas por el esfuerzo que ponía voley, eran penosas.

Estaba ahogandose en un mar de complejos y con la tumba de su autoestima preparada para terminar de tocar fondo.

Él había tenido en claro que no se merecía a Shoyo porque era todo lo opuesto a aquel Sol que había sabido cómo dar luz a su oscuridad.

Si eso era verdad o no, ¿qué piensas ustedes?

Y así el tiempo paso y los problemas no hacían más que agrandarse, como su dolor.

-¡Muy buen, Shoyo-kun! ¡Como siempre!- había gritado felizmente después del punto que había marcado el pelirrojo, el punto que terminó el partido a favor de su equipo. Los ojos del más bajo brillaban de la emoción, estaba orgulloso de si mismo.

El rubio sin pensar se acercó para sostenerle la mano, para sentir su calidez y darle un beso de felicitaciones.

-Muchas gracias, Atsumu-san.

El siguiente movimiento impacto un poco a Atsumu, ahí supo que las cosas estaban fatales. Hinata había alejado su mano, fue un pequeño desplazamiento hacía tras, pero el rubio lo noto. Rechazo. Aún así, Shoyo sonreía gigante como si todo estuviera bien.

-¡WOAAAH, HINATA! ¡muy bien, Tsum-tsum!-escucho de fondo a Bokuto quien se estaba acercando a las corridas, seguramente para darles un abrazo, pero Atsumu solo quería irse corriendo de ahí.

Y como te había dicho antes, las cosas fueron de mal en peor. Los pequeños gestos de Hinata alejándose del rubio eran una tortura, pero Atsumu no podía aceptar aquello. Realmente no podía.

-Te amo, Shou-kun-dijo con una sonrisa gigante, impulsado por su... ¿cariño o estupidez?

En el momento no lo supo.

Los dos estaban acostados hace un tiempo. No habían hecho nada más que estar abrazados, ya que ese día no hubo entrenamiento.
Hinata lo miro, medio vacío, medio perdido. No contesto, pero le sonrió grande.

(Not) entertaining Donde viven las historias. Descúbrelo ahora