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-- He terminado de limpiar afuera, Levi. -- La suave voz de Mikasa se filtró a través de los oídos de Levi; aunque solo escuchó la última parte, estaba ocupado tratando de alcanzar una caja que se hayaba en el estante.

-- ¿Eh? -- Por fin la había mirado, dejo a un lado la caja del estante.

Por lo general, a Levi se le dificultaba agarrar cosas que están más arriba; podemos tomar de ejemplo unas cajas de zapatos que están arriba del clóset de su habitación, por cierto, eran unos lindos zapatos.

Mikasa siempre estaba para poder ayudarlo en ese tipo de problemas, pero también para poder reírse un su buen rato molestando a Levi con su altura.

-- Qué he terminado de limpiar, creó que yo voy limpiando más cosas que tú. Deja la caja a un lado y mejor ve a limpiar los estantes bajos, de seguro que esos estantes no te causarán problemas. -- Miró a Levi con una sonrisita malvada y él sólo frunció el seño. Para los dos era muy normal que se hicieran bromas por la estatura pero a veces llegaban a ser hirientes o vergonzosas, como ahora.

Finalmente dejó a un lado la caja del estante y se fue directamente a la cocina aún con esa rabia que le transmitía por su cuerpo.

-- Enano. -- Se atrevió a decir en voz alta y que Levi lo escuchará y como respuesta de parte del otro, simplemente le aventó el trapo de cocina algo sucio que por suerte de ella no cayó en su cara, sí no en sus pies.

-- ¿Ya te enojaste, Levi? -- Mikasa resopló con enfado, mientras caminaba con velocidad y pisaba fuerte hacía la cocina.

Al parecer la inocente broma llegó algo lejos, y la atención de Levi hacía ella era como cuando el viento se lleva las hojas que caen desde los árboles, Mikasa era esa hoja que se estaba cayendo, igual que su atención.

›› ¡Vamos, Mikasa! Tú puedes hacer esto, recuerda el plan que hiciste. ‹‹ Se dijo a si misma, todavía tenía el plan en marcha, sabía que si se descuidaba aunque sea por un segundo todo se iría al carajo.

-- Levi. -- Antes de que dijera algo más, Mikasa se sorprendió de encontrarlo a él parado tratando de que no se cayera, la escena era divertida. Levi arriba de una silla intentando agarrar ingredientes para la comida, que "casualmente" se encuentra arriba de los estantes.

-- Mierda. -- Comentó el pelinegro antes de que un suspiro de cansancio saliera de sus labios, Levi se maldecia a sí mismo de ser un enano y que se pone muy inútil cuando se trata de lugares altos.

Pero en estos momentos se está poniendo más inútil de lo normal.

-- Al parecer tienes otro problemita, ¿no? Típico de ti. -- Le dio una pequeña sonrisa, mientras tanto el contrario se sentía tan avergonzado.

Levi supuso que Mikasa solo estaría allí para simplemente burlarse de su estatura y ver como él agarraria todo lo que esta hasta arriba. Sonaba como a una misión imposible.

-- Sí, tengo un problema. -- Antes de que volviera a lo de antes e ignorar por completo las burlas de su novia, se puso a pensar varias cosas y al final su cara de vergüenza e irritación parecía decirlo todo. -- En realidad tengo muchos problemas.

-- Supongo que ahora necesitas de mi ayuda.

-- Algo así, o tal vez no. Está silla de madera es una mierda, y voy a demandar al maldito estúpido que hizo que esto.

-- La silla la compraste tú en primer lugar, porqué según se iba a ver mucho más resplandeciente y ni siquiera te fijaste si no venía dañada.

-- Mierda.

-- ¡Y ahora mismo estamos presenciado el ejemplo de la consecuencia, protagonizada por Levi Ackerman! -- Comenzó de nuevo con sus típicas bromas hacía su "pequeña" taradez de su novio, Mikasa lo dijo como si estuviera en esos programas de televisión de fútbol.

Levi la miró con frustración, pero podía soportar esas bromas, lo haría solo porque es ella y no alguien más. Lo soportaría porque a ella le gusta ver las tonterías que hace él cada día y le encanta escuchar su sonrisa tan relajante y al mismo tiempo mirar esos ojos brillantes.

-- Te ayudaré en la cocina, yo también quiero cocinar algo.

-- ¿Disculpa? -- Habló confundido, nunca esperó tal acción por parte de Mikasa, al principio creyó que ella se iría a limpiar las cosas faltantes pero no. Ahora sí se sentía un ser inútil.

-- Que te ayudaré, bájate de la silla y acomodala donde iba. Por último, ve a lavarte esas manos de bebé que tienes.

Ahora todo tomó un giro inesperado o tal vez, ¿trágico?

Sin más preámbulos decidió encaminarse a donde Levi, lo ayudaría a cocinar, y se le pasó por la cabeza eso de "cocinar entre parejas" si animaba un poco a Levi todo saldría bien.

Llegó a los grandes estantes y los abrió como si nada, la silla ya estaba en su lugar como debería de ser. Está vez todo iba a ser divertido y con algo de música para alegrar el crudo ambiente que se sentía aún, sacó varios trastes para cocinar y empezar no sin antes esperar a Levi salir del baño.

Ese chico era todo un caos y aun así lo amaba.

little baby ━ rivamika.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora