Girl Crush

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Las noticias volaron por todo Hogwarts, siendo extraño que algún estudiante no sepa las buenas —Para los amigos—, o indiferentes —Quienes no se interesaron— noticias. Después de sufrir ante las obvias acciones de Ginny Weasley para llamar la atención de nada ni nada menos que de Harry Potter, fue un alivio para sus nada discretas miraditas que el chico Potter aceptara salir con Ginny. Su relación era la nueva noticia de ese día; Las felicitaciones no paraban de llover en las próximas horas. Parecía que Hogwarts entero le estaban dando sus felicitaciones ante su relación.

Felicitaciones que Draco vea a lo lejos, igual que Pansy, quien hizo una mueca de desagrado. ¿Era necesario tanto escándalo por semejante noticia? ¡Era molesto! Que eran novios, por el amor de dios, ni modo que estén casando. Asqueada por ver cómo Ginny se le pusieron las mejillas rojas cuando Harry le dio un beso —Cosa que pidió un incrédulo muchacho, que ahora le estaba dando sus odiosas felicitaciones—, se giró a ver a Draco, quien lo más seguro pensara igual que ella.

Esperaba ver una expresión asqueada, burlona, una ceja alzada antes de comentar algo sarcástico de la pareja. Pero no, en vez de eso, vio como los ojos grises de su amigo estaban opacados en un indescifrable sentimiento —Odiaba lo difícil que era leer a Draco en ocasiones—. Supo que algo iba terriblemente mal apenas verlo. Más cuando vio al fin una emoción cruzó sus ojos; La miró con ojos llenos de melancolía, cristalinos, dándole a entender lo afectado que estaba.

Sin decir nada además de esa mirada, se levantó de la mesa donde estaban desayunando. Todos lo ignoraron, hablando de sus cosas. Draco se levantó para desaparecer por las puertas del gran comedor, el cual seguía igual que ruidoso, siendo ignorante de los pedazos rotos que dejó atrás el príncipe de Slytherin.

Pansy parpadeó desconcertada, dando un jadeo ante la repentina claridad del asunto. Miro a la pareja con rencor, siendo consciente que el repentino dolor de Draco venía de ellos. ¿Como tan ciega? ¡No era muy Slytherin de su parte no darse cuenta de las señales! Pero se intentaba animar a si misma con que Draco parecía un experto en guardas sentimientos. Quiso golpearlo por eso, y golpearse a ella por ser tan inepta en su papel de mejor amiga.

Sus ojos ardieron en furia hacia Ginny, y luego se cruzaron con los verdes de Harry Potter. Lo miró con ojos ardiendo en odio, dándole una muestra de todo el veneno que podía lanzar a la distancia.

Se apresuró a salir del comedor, intentando dar caza a su destrozado amigo, ignorando los ojos llenos de sorpresa y desconcierto de Harry. Pudo sentir sus ojos clavados en su nuca hasta que la puerta se cerró tras ella.

Apenas salir, busco por todos lados. Hasta que vio desaparecer por una esquina una túnica, al igual que cabellos rubios. Parecía apurado, pero no estaba corriendo. Y eso le venía de perlas.

Forzó sus piernas para irse a la misma dirección que él, dándose cuenta rápidamente que Draco también empezó a correr.

Siguió el rastro de pisadas rápidas, o las escasas veces donde veía la espalda de su amigo doblar una esquina. Estaba cansada, sus piernas dolían, temblorosas y dispuestas a desplomarse en el suelo. Pero no podía detenerse, no cuando vio en primera plana cómo su amigo se rompía; Como su corazón seguramente se detuvo; Como su pequeña cabeza se llenó de lamentos en formas de gritos; Como el sufrimiento llegaba en forma de flecha una vez vio al chico que le gustaba darse un beso tan amoroso con la chica Weasley.

Porque eso lo tenia claro, Ginny nunca seria el interés de Draco. No, ciertamente no le gustaban pelirrojas, o más bien no le gustaba ningún Weasley.

Con ese razonamiento, llegó a una conclusión: Draco le gustaba Harry. ¿Quien lo diría? El solo pensamiento parecía reírse de sí mismo, ¿Un Malfoy enamorado de un chico, de Harry Potter? Parecía ridículo. Aún así, calzaba. Todo calzaba.

Girl Crush (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora