Único

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Soobin se tapó con la cortina de su ventana mientras miraba de forma tímida la casa de al frente, la cual se separaba por la calle. No podía dejar de ver a su lindo vecino con hermosa voz grave.

No sabía el nombre de aquel chico pero desde que se mudó lo había estado viendo, llevaba así casi medio año, ya era costumbre verlo volver del instituto con su grupo de amigos.

Soobin suponía que eran una banda ya que ellos siempre tocaban música en el garaje de la casa. Cómo su casa estaba al frente, el podía disfrutar de verlos siempre que tocaban, era como estar en un mini concierto, el pelinegro disfrutaba aquello.

Eran 4 chicos en total, uno pelirrubio tocaba la batería, Soobin a él si lo conocía, Yeonjun era su nombre, estudiaba en el mismo lugar que él y era un curso mayor.
¿Cómo se conocían entonces?, pues al parecer el mayor tenía un flechazo con el alto pelinegro ya que se le había insinuado muchas veces, Soobin sin embargo, siempre huía de él, era tan tímido. Cada vez que el pelirrubio se le acercaba se sonrojaba brutalmente y terminaba muy avergonzado, así que intentaba no topárselo.

Otro chico tenía el pelo rojo y tocaba el bajo, para Soobin él era sumamente atractivo, pero su mirada daba miedo, siempre tenía una cara seria.

El tercer chico tenía el pelo castaño oscuro, se veía muy simpático, Soobin tenía la sensación de que si lo conociera serían grandes amigos, aquel chico tocaba el teclado eléctrico, era muy bueno en ello.

Y por último, el cuarto chico, que no era nadie más que su vecino, tenía un pelo negro sedoso con leves ondas, siempre usaba ropa negra pero no lo hacían ver para nada como una persona mala o el típico fuckboy, su sonrisa era hermosa, Soobin se sentía desfallecer cada vez que el chico reía, una sonrisa tan limpia y armoniosa. Su querido vecino se encargaba de ser el vocal del grupo, aunque a veces nadie cantaba y él se dedicaba a tocar la guitarra eléctrica.

Soobin no podía dejar de mirarlos a través de la cortina, creyó que estaba bien escondido, pero cuando se asomó un poco su corazón se detuvo al ver a su vecino sostenerle la mirada mientras sonreía y alzaba la mano en forma de saludo.

Soobin se agachó rápidamente mientras gritaba.
Me vieron Sunghoon, ¡¡me vieron!!

Sunghoon quien estaba acostado en la cama del mayor viendo el celular, lo vio de reojo sin quitar la mirada del aparato.
—En algún momento tenía qué pasar Soobin, llevas espiándolos hace meses.

—Mi vida está acabada —dramatizo el pelinegro echándose en el piso lentamente.

No exageres Soo, no es como si fuera la gran cosa, no van a venir a buscarte a tu casa para preguntarte el porqué los veías escondido tras tu cortina —Dijo sunghoon con un tono despreocupado.

Un segundo después de aquello ambos chicos sintieron como sonaba el timbre de la casa, anunciando que alguien estaba esperando afuera.

No puede ser, los haz invocado —mencionó soobin agarrando los hombros de su amigo, sacudiéndolos levemente. —Eres un pésimo mejor amigo.

—Esto es bastante raro —dijo el menor poniéndose de pie. —acompáñame, yo abriré la puerta, tú te puedes quedar en la escalera viendo, no quiero que pases vergüenza por tartamudear todo el rato.

Gracias —susurró el contrario soltando una pequeña risita, poniéndose de pie al igual que su amigo.

Bajaron juntos las escaleras, y como se había dicho antes, Sunghoon se dedicó a abrir la puerta mientras Soobin se encontraba viendo sentado en los escalones.

𝐶𝑎𝑙𝑙 𝑚𝑒 𝑚𝑎𝑦𝑏𝑒 [Soogyu/Beombin] OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora