Es lunes. Odio los lunes. En realidad odio todos los días que halla instituto, pero los lunes más. Empiezo mi rutina. Me levanto, me visto con mis jeans negros y mi camisa de cuadros favorita. Me cepillo el pelo y me hago una cola alta. Me salto el desayuno, voy tarde, como siempre. Salgo corriendo de casa, sin despedidas. Me subo a mi moto y meto gas, esquivo a varios coches y al fin llego al West High School. Las clases transcurren lentamente. Camino por los pasillos detrás de todos, esperando no ser vista. Noto que alguien me tira de la mochila.
-¡Joder!-grito.