único

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La pareja arribó a la cabaña que el Japonés pagó previamente, dejaron sus maletas allí y se acostaron un rato, el viaje había sido bastante largo y estaban agotados de la posición incómoda de los asientos del avión.

El menor se acomodó entre los brazos de Yuta.

— Me quiero quedar así toda la vida — le dijo, acariciando sus biceps.

— Tan lindo que me saliste, Sicheng — se acercó y beso lentamente los labios de su alto pero tierno novio.

El beso se intensificó, tanto que el chino terminó sentado en el regazo de Yuta y tirando de su camiseta, quería arrancársela y tirarla por alguna parte de la habitación.

— Estoy muy cansado como para tener sexo ahora, bebé — soltó el japonés, suspirando por los besos que recibía en su cuello.

— Está bien, solo déjame terminar mi trabajo — le respondió de vuelta el chino, comenzando a marcar el cuello de su novio.

Esto era un hábito para él, siempre que tenían un momento a solas, Sicheng dejaba marcas muy notorias en distintas partes de su cuerpo, principalmente cuello y clavículas, Yuta acostumbraba a usar muchas musculosas y camisetas que dejaban ver parte de su pecho.

No se consideraba tóxico, tampoco reclamaba a su novio como "propiedad" ni nada similar, pero los celos se presentaban a menudo.

Esto era algo normal cuando salían a pasear, ya que siempre había gente que lo miraba con otros ojos.

Sabe perfectamente que su novio es increíblemente guapo, musculoso, tiene una piel media bronceada, con ese piercing en el ombligo, algunos tatuajes adornan su piel y...

Oh no, el piercing en la lengua, esa era su debilidad.

Y sin hablar de lo amable que era junto a su hermosa sonrisa.

¡Todos querían tener un novio como el suyo!

Y bueno, marcarlo era la forma que consideraba "más casual" para que los demás se dieran cuenta de que Yuta tenía pareja.

— Listo — dijo y pasó una toalla pequeña para secar los rastros de saliva de la zona, luego acomodó la camiseta y se posicionó nuevamente en los brazos de su novio.

Se quedaron así por un rato hasta que el sueño los consumió.

— Es hermoso, me encanta — dijo Sicheng, admirando la playa frente a él

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— Es hermoso, me encanta — dijo Sicheng, admirando la playa frente a él.

Buscaron un área libre y se acomodaron allí, el clima estaba a su favor, no estaba caluroso como para derretirse, era un día cálido y la brisa marina los acariciaba de vez en cuando.

— ¿Quieres que te ponga bloqueador solar? — le preguntó el japonés, su novio asintió contento.

Echó un poco en su espalda y brazos, amasando lentamente como si de una masaje se tratara, el chino estaba relajado de sobre manera, le gustaba lo atento que era su novio.

holiday // yuwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora