Disclamer: Todos los personajes y parte de la trama (además de ese balcón que nos hace soñar con el marichat en todas sus formas) pertenecen a Thomas Astruc y Jeremy Zag. Yo solo me aburro, me pongo a teclear y salen estas cosas.
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Ratoncita
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Era una refrescante noche de mediados de abril, con una luna grande que mostraba una curiosa aureola dorada. Corría una brisa fresca, aunque no demasiado; perfecta para pasear por las calles de la ciudad de Paris sin necesidad de chaqueta. La gente recorría los barrios con el ánimo entusiasmado, casi pudiendo ya atisbar las delicias del verano que estaba por llegar.
Entonces, a algunos les pareció oír los maullidos de un gato.
La mayoría levantó su vista al cielo, o más concretamente a la ristra de salientes y chimeneas que se dibujaba gracias al resplandor de las estrellas. Los ornamentados techos de París. Solo que no encontraron nada allí arriba. Ni rastro del gato, aunque ese sonido seguía expandiéndose rumbo al espacio.
Pero, ¿sería realmente un gato cualquiera?
Hubo quien se dedicó a buscar otra cosa. Una figura alargada, desgarbada y que agitara sus piernas con dejadez por el borde de algún edificio mientras su mirada verde custodiaba el lugar. Chat Noir, el héroe de París. ¿Sería él? ¡Aquellos no parecían los maullidos de un gato común y corriente! Y si era él de verdad... ¿por qué maullaría?
¿Sería por qué echaba de menos a la mariquita?
Para casi ningún habitante de la ciudad era ya un secreto los profundos sentimientos que el gato negro profesaba a su compañera de aventuras. Todos habían sido testigos de sus coqueteos continuos y sus muestras de cariño incondicional cuando el héroe anteponía su cuerpo para salvarla de algún peligro. Si alguien no prestaba la suficiente atención para fijarse en estos detalles (y no hacía falta demasiada), siempre podían visitar los innumerables foros de internet donde se trataba este asunto con gran interés.
No sabían si los superhéroes eran conscientes de la atención desmedida que los habitantes de París ponían en su misteriosa relación; si lo sabían, lo disimulaban muy bien.
Entonces... ¿a qué venían esos maullidos lastimeros?
Chat Noir, durante su improvisado paseo nocturno, captó algún que otro comentario al respecto de este tema y se quedó perplejo.
¡Él no maullaba!
Aunque era cierto que esa noche sentía un pesar en su alma que no lograba explicarse del todo y eso le había llevado a escapar de la opresiva atmosfera de su hogar. ¡Pero no estaba maullando! Claro que no. ¡No era un gato de verdad como para hacer ese tipo de cosas!
No obstante una vez ronroneó. Pero casi lo había olvidado al ser algo que ocurrió de manera del todo involuntaria. Además a su Lady no pareció hacerle mucha gracia cuando le oyó...
No maullaba. Lo que llevaba haciendo desde hacía un rato era simplemente suspirar. Aunque era posible que, desde aquellas alturas donde el aire le entraba, lleno de polvo, por la nariz y le arrancaba un leve gruñido al exhalar, a la gente de abajo le sonara diferente.
Pero solo eran eso; suspiros.
El gato suspiraba mientras contemplaba la luna gigantesca y un pensamiento intrusivo aparecía una y otra vez en su cabeza.
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Ratoncita
FanfictionOneshot de Miraculous Ladybug. Todos sabemos lo mucho que le gusta a Chat Noir inventar motes para sus nuevos amigos y por supuesto, la encantadora Multimouse debía tener el suyo. Pero entonces, Chat descubre que es Marinette quien se oculta tras la...