María y Esteban

532 29 13
                                    


En una cárcel de Aruba,recostada sobre una dura litera, Maria fumaba saboreando un placer que había encontrado en ese oscuro infierno en el que hoy cumplìa veinte años.
La noche era calurosa pero en ese minúsculo y reducido espacio solo podía recordar,abrir las heridas con sus propias manos y observar el rojo fluido chorrear.
Ya no se enojaba ni maldecía como antes,el dolor había anestesiado y calado tan hondo que no derrochaba su energía en vomitar blasfemias.
Solía vagar por su mente imaginando el semblante de sus hijos y como los años los habían cambiado,todas las semanas les enviaba cartas y jamàs recibió una respuesta y desde hacía un tiempo tenía la absoluta certeza que ellos ya la habían olvidado.
Seguramente él también lo había hecho y hasta quizàs su lugar lo ocuparía otra fémina que arrogante se dejaría llamar La Señora Sanroman…

Esteban estaba en su despacho,abrazado a un manojo de sobres que apretaba contra su pecho y llevaba a su nariz.
Hoy hace veinte años que su alma buscaba el rastro de Maria,su dulce Maria,la madre de sus hijos,el amor de su vida,la única mujer que era dueña de su alma y de su corazòn.
Todos los recuerdos descansaban en su armario,cada prenda de vestir,cada perfume,los detalles más evidentes los había ocultado para sostener la mentira de la mujer del cuadro pero lo demás permanecía en su sitio,esperando el regreso de su ama.
Algunos piensan que el soberbio Esteban Sanroman se deshizo de Maria,poco saben que lleva veinte años penando,fue un acto vil y cobarde abandonarla y pedirle el divorcio,nunca pudo enfrentar la realidad de verla consumirse tras las rejas.
Había vivido todas las etapas,negación,evasión,ocultamiento suplantación e intento de olvido pero nada daba resultado.
Se había perdido en otros cuerpos,nadado en alcohol y en pastillas,tratamientos y psiquiatras pero no podía evitar encontrarse con el fantasma de Maria,cada día le era màs complejo sobrevivir,simulaba estar bien pero en momento como ahora la sentía cerca,tanto que comenzò a sentir su perfume y con manos temblorosas tomò su cabeza queriendo alejar la alucinaciòn.

El picaporte de la puerta girò lentamente y unos tacos resonaban en la cerámica del suelo.
Una mujer con un ligero vestido rojo se acercaba hacia la silla principal,su abundante melena negra desciende en suaves ondas por su espalda,el vestido tenía un tajo que dejaba al descubierto su pierna derecha,el maquillaje era leve y en su boca estaba decorada por un carmín rojo intenso.
Se acercò al hombre y colocò las manos en los hombros,Esteban sintiò unas suaves manos apoyarse en èl,el aroma del perfume era tan fuerte que cerrò los ojos no queriendo abrirlos.
Las manos giraron la silla y la mujer se sentò en el escritorio y tomò de las manos al hombre.
-Miràme amor,abre los ojos mi vida,susurro en voz suave.
Un Esteban con cara de asombro abría los ojos lentamente y posaba sus manos en las piernas femeninas extasiado con la visión que tenía enfrente de él.
-Maria?preguntò con miedo
La mujer lo mirò y las verdes pupilas hicieron contacto,la palabras sobraron y tras devorarse en un intenso beso de reconocimiento,fueron despojándose de la ropa con el hambre contenida de dos décadas de ausencia.
Se recorrieron con caricias,besos y mordidas,todo fue salvaje e intenso del lenguaje de dos cuerpos y de dos almas.
Cuando el huracàn de la pasiòn los dejò exhaustos por segunda vez,se abrazaron y lloraron,se reconciliaron por una vida de ausencias y martirios,èl acariciò la pierna de ella y viò una cicatriz y ella le contò la historia de cómo otra reclusa le había clavado una navaja en una contienda.
Él besò la cicatriz y ella le acarició el rostro devolviendo la ternura del gesto.
La casa estaba en silencio y ellos desnudos cerca de la chimenea reían y compartían como el matrimonio que siempre soñaron ser.

Esteban despertò con los rayos de luz que entraban por la ventana,buscò a Maria por el despacho y por la casa entera y maldiciendo su suerte volvió a su cuarto,sobre la cama del lado donde alguna vez descansaba su esposa un vestido rojo yacía arrugado sobre la misma y èl acercò su nariz al mismo y sintiò el perfume de Maria.Y embrigandose en el perfume soltó las palabras.
-la màs hermosa de las alucinaciones dijo para sí mismo y sonrió.
- Quizás loco pueda estar cerca de ella y vivir un sueño como este cada día!
decía mientras sentía por primera vez en muchos años algo de paz en su interior.

Maria despertò con los golpes de las carceleras en las rejas,estaba toda sudada y tomò con  sus manos su cabeza en señal de desconcierto.
-Fernández? te buscan,hoy es el día.

Unas horas después Maria pisaba la calle por primera vez,se sentía extraña,el aire y el sol parecían ser el premio a tanto dolor.
-al fin Maria decía Luciano tomándola de las manos y admirando la sonrisa de la mujer a la que había ayudado para alcanzar el indulto.
-y esto Maria?
Maria se mirò la mano en ella reposaba una cinta de color azul y cual deja vù recordò el sueño de la noche anterior.

flashback
-Esta cinta azul la usaste el dia que nos casamos,le llevabas atada en la mano como la tradición de las novias,Costa azul se llamaba el hotel en que pasamos la noche de bodas y concebimos a Hèctor,azul la noche de nuestro aniversario numero 3 en que en la playa de Cancún gestamos a nuestra Estrella,azul es el mar que nos envidia.
La noche de bodas hiciste esto y hoy quiero recordarlo juntos,decía Esteban mientras daba dos vueltas en la muñeca de Maria 
-mi vida y mi amor son tuyos para siempre e hizo un moño y besó la muñeca de ella.
fin del flashback

Maria mirò su mano y en un suspiro mirò al cielo y supo que el camino había sido y sería largo y sinuoso,lleno de espinas pero las bendiciones pronto llegarían  y viviría mucho para contar a sus nietos la historia de un amor que lo podía todo y sintió la brisa acariciar su rostro y cerrò los ojos por un segundo y vió a Esteban y sonrió.

fin fin fin

Nota de la autora: 16 años del comienzo y Estreno de La Madrastra
by
Ineriano

A 16 años de la madrastraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora