Capítulo 8: Hasta que nos veamos de nuevo

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3 días después desde aquella luna

Xayah -abre los ojos lentamente, su estómago rugia con un hambre voraz, se sentía como si hubiera nacido de nuevo, su cuerpo se sentía ligero y su mente muy tranquila aunque algo desorientada-

Se sienta aún sobre la cama y se rasca los ojos algo confundida, estaba con otras sábanas y habían cosas fuera de lugar donde las dejó ¿acaso alguien entró mientras dormía sin que ella se diera cuenta? Se a estado descuidando mucho últimamente... Debe corregir eso, uno nunca sabe cuando pueden enterrarte una daga por la espalda. Veía como se reflejaba la luz naranja del amanecer a través de las cortinas que a penas y dejaban pasar su luz

Xayah (¿cuanto tiempo... Me quedé dormida? ) -observa su ropa doblada en una silla- (al aparecer si entró alguien) -pone sus pies (o patas, como gusten llamarlos) en la delicada alfombra y al levantarse siente como sus piernas tiemblan levemente- (que rayos le pasa a mi cuerpo... Me siento algo débil) -aunque su cuerpo respondía raro igualmente se acerca a tomarla y en sus manos la acaricia- que suave está... Oh -toma una nota que estaba en la ropa- "aquí tienes tu ropa limpia, cuando despiertes ven a verme por favor, atentamente tu suegra"... Je... Ok

Después de ponerse su ropa de siempre y darse una lavada de agua en su rostro, baja por las escaleras y se encuentra a Sett sentado frente al comedor y a su madre cocinando mientras tararea melodiosamente

Sett: ah Xayah por fin despiertas, buenas tardes -se da media vuelta reposando su brazo izquierdo en el respaldo de la silla-

MadreS -voltea a verla y da una gran sonrisa- Xayah querida vaya que dormiste, me alegro que si descansaras como se debe pero debes recuperar fuerzas, ven siéntate debes estar hambrienta -va y la toma del brazo y con suavidad la ayuda a ir a una silla junto a su hijo-

Xayah: buenas... ¿Tardes? -procede a sentarse al comedor junto a Sett, sus palabras le confirmaban que durmió más de la cuenta, aunque sus instintos les decían que algo no iba bien- es un poco raro, normalmente no duermo tanto, aun así creo que me faltaba un descanso -agacha la mirada para ver sus manos y piernas temblar levemente y en un acto involuntario su estómago gruñe de hambre al oler el rico olor de comida recién hecha-

Sett: un muy buen descanso, mira que pensé que ibas a irte pronto, no creí que fueras a quedarte tantos días -se levanta y va a tomar otro vaso de la alacena para servirle un poco de jugo de naranja. Pone el vaso frente a ella y vuelve a su asiento- toma, lo necesitas para recuperar fuerzas

Xayah: ¿d-días?... ¿A que te refieres con días? -sin duda eso era lo último que quería oír, ella no podía permitirse un descanso de tanto tiempo ¡¿como había quedado dormida por días enteros?! Le frustaba el solo pensar en ello-

MadreS -al darse cuenta de su preocupación se acerca y pone una mano en su espalda acariciandola con suavidad- el jarabe que te di, te dije que era especial para un buen descanso, te hará dormir como piedra hasta que estés bien descansada, te lo dige ayer, digo, hace 3 días

Sett: ¿mamá como le diste eso? Es demasiado fuerte si lo tomas por primera vez, además ella estaba agotada le fue aún más fuerte, no debiste darle tanto

MadreS: igualmente ella necesitaba dormir Sett -en tono firme y serio le responde- acaso no viste lo herida y agobiada que estaba cuando llegó, ninguna chica por más fuerte que sea debe estar bajo ese nivel de estrés

Xayah: oh por todos los vastaya... -golpea la mesa con tus manos al tiempo que se para rápido de la silla- ¡debo de irme! ¡¡Tengo que estar en Vlonqo para la celebración de la cosecha!! Nunca llegaré a tiempo! -alzaba la voz algo molesta y desesperada mientras tomaba su bolsa y caminaba con prisa y tambaleándose a la puerta principal-

Entre Dos VastayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora