El Día del Juicio Final

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Maya despertó muerta de frío, pero no era el frío lo que había interrumpido su sueño, hacía mucho que se había acostumbrado a eso, fue más bien el sonido del golpeteo de algo con una lata. Al abrir los ojos vio a su mejor amiga raspando una lata con una vieja cuchara de madera.

-Riley... linda... eso es...

Con los ojos llenos de lágrimas la castaña contestó

-lo sé... tengo hambre Maya... lo encontré en la calle hace rato... caminé por dos horas... y solo conseguí esto...

-SALISTE A LA CALLE?

La castaña bajó la vista y comenzó a sollozar

-tenía hambre... y tu eres la que siempre consigue comida para todas... y...

Maya se acercó y le quitó la lata de comida para perros que la castaña estaba comiendo

-Es porque yo sé cómo y a dónde ir... es demasiado peligroso que vayas así...

-porqué pasó todo esto Maya? Todo era tan perfecto...

Maya la abrazo mientras la castaña comenzó a sollozar.

DOS MESES ANTES...

Riley y Maya caminaban por el pasillo de la secundaria Abigail Adams rumbo a su clase de arte, ahora el camino era más largo pues el salón había sido reubicado y estaba en el sótano del edificio. Aunque el sitio era más amplio y tenía aire acondicionado y todo lo necesario para disfrutar de la clase favorita de Maya, Riley estaba molesta.

-No entiendo porqué te molestas tanto, tenemos un mejor salón y

-En el sótano.

-Si pero tiene

-ES EN EL SÓTANO!

-Riley

-¡NO HAY VENTANAS MAYA!!! En el otro salón podía ver los árboles, las aves, podía inspirarme y

Maya la vio con gesto severo.

-Podías ver al chico de la tienda de donas...

La castaña se sonrojó

-No...

Maya no pudo más que reír, ella conocía a su mejor amiga mejor que nadie en el mundo. Pero lo que ninguna de las dos, de hecho, millones de personas distaban de saber es que en una de las centrales de control de las baterías de misiles en Rusia un grupo de hackers había tomado el control y estaba por desatar un apocalipsis...

-Maya eres una gran artista - exclamó el maestro al revisar el trabajo de la rubia

-Que le parecen los gatitos de Riley? - dijo la rubia con una sonrisa

-Maya... - replicó Riley abochornada

-Son hermosos gatitos morados, lo sabes

-Maya ya bas

Pero Riley no pudo terminar, el edificio, desde sus cimientos se sacudió como si se tratara de una caja de zapatos, primero hacia adelante, luego hacia atrás, mesas, pinturas, papeles, y personas salieron lanzadas en todas direcciones, las luces se apagaron y por largos minutos que parecieron horas un frío silencio llenó todo el lugar, sólo el sonido distante de escombros cayendo y algunas explosiones. Una pequeña luz, proveniente de un móvil iluminó la oscuridad llena de escombros...

-m... maya...

Guiada por la tenue luz de su teléfono móvil Riley se arrastró por los escombros para buscar a su mejor amiga, se sorprendió al tocar un brazo, quiso gritar pero las fuerzas le fallaron, al iluminar la cara vio el rostro inexpresivo de una de sus compañeras de salón.

-no... no es cierto... Maya... Maya donde estás...

Luego de algunos minutos y cuando Riley, en medio del terror, comenzaba a creer que no había nadie más que ella con vida vio otra luz acercándose a ella.

-riley...?

-MAYA!!!

Las dos adolescentes se abrazaron y se dieron cuenta que cerca de ellas Sarah gemía y tosía

-Sarah?

-me... me duele...

Iluminando con sus móviles se dieron cuenta que la adolescente estaba atrapada bajo una librera y algunos escombros.

-Riley ayúdame...

Pero aún con la fuerza combinada de las dos adolescentes no habían podido mover un milímetro los escombros, de pronto, Maya percibió a alguien a su lado y pudieron mover el mueble que estaba atrapando a Sarah, al iluminar con su móvil descubrió que era Lucas.

-Lucas!

-Tenemos que salir, tengo que ir a casa - dijo Riley con pánico en su voz

-No podemos, logré salir al pasillo pero todo está bloqueado.

Maya sintió como la castaña comenzó a temblar

-Vamos a estar bien... lo prometo...

Pero la realidad era muy distinta, muy pronto descubrieron que además de Sarah, la única otra persona viva en su salón era Farkle, aunque no indemne, un trozo de concreto le había roto el brazo derecho, y mientras se sentaban en el pasillo para calmarse un poco Maya comenzó a notar que Riley gemía en silencio como tratando de ocultar algo.

-Hermosa, estás bien? - preguntó la rubia

Riley respondió con una voz apenas audible.

-Huckleberry dame tu celular.

Cuando iluminó a su mejor amiga Maya se quedó sin habla, la castaña tenía la camiseta empapada en sangre, sangre que venía de una cortada en su cabeza.

-RILEY!!!

Habían pasado tres horas cuando la castaña volvió en sí, al palpar el costado de su cabeza notó que estaba vendada.

-Maya?

-Shh.. Descansa.

En ese momento vieron una luz acercarse, eran Lucas y Farkle.

-Tenemos buenas noticias - dijo el chico genio

-Ya podemos salir? - preguntó la rubia

-No, aún no, pudimos llegar a otro pasillo pero también está bloqueado - replicó Lucas

-Pero pudimos llegar a la cafetería y trajimos comida - agregó Farkle

-Tienes que decirles - agregó Sarah mientras ponía una caja en el piso y encendía una lámpara que había encontrado en la cafetería.

-Decirnos que? - preguntó Riley atemorizada

-no... ahora no... hay que comer algo y

-FARKLE MALDITA SEA HABLA!!!! - gritó Maya enfurecida

Continuará...

El Día DespuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora