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Antes de leer: Espero disfruten de este fanfic stony. Es el primero que publico, pero no mi primera idea; espero tener más contenido pronto. Si les gusta me encantaría que me lo hagan saber en los comentarios o votando. Las críticas constructivas también son bienvenidas. Y por último, si les gusta el rock, hay una playlist en spotify que hice cuando estaba escribiendo esto, se llama Heart of Iron/stony. Gracias por su atención, disfruten la lectura.

La isla de Manhattan brillaba por las luces de los edificios altos, mientras muchas personas paseaban por Central Park disfrutando de la brisa fresca. Hace varios días que la ciudad no se veía así de tranquila: sin alguna situación que requiriera la ayuda de Los Vengadores. La policía local sobrellevaba los crímenes menores bastante bien. Y ahora, la Torre Stark también estaba en silencio, sin bullicio ni peleas: Thor había vuelto a Asgard por pedido de Odín, Hulk tomaba una siesta abrazado a una de sus piezas de cristal, y Hawkeye terminaba de ajustar sus guantes y se acomodaba el cinturón.

—Pero que hombre tan sexy —le dijo a su reflejo, moviéndose coquetamente, guiñando un ojo, y girando para ver su retaguardia—. Qué «trasero de América» ni qué nada —se alabó mientras veía como el traje con colores patrióticos se ajustaba demasiado bien a su cuerpo: acentuaba sus músculos e incluso resaltaba el color claro de sus ojos. Con la cabeza cubierta por la máscara azul con pequeñas alas blancas a los lados, casi podía ser el mellizo del Capitán América. Tal vez era un poco más delgado y menos ancho de hombros, pero ese traje y su grueso tejido kevlar hacían que se viera más corpulento.

Se mordió el labio inferior mientras daba otra vuelta frente al espejo, disfrutando de la sensación suave del uniforme. Desde aquel día en que tuvo que disfrazarse del Cap, se había divertido imitándolo, y no podía negar que se veía caliente. Sentía que podía enfrentarse a cualquier alien o agente de A.I.M, inclusive ganarle a Skull. Se sentía ligero, a la vez que protegido por la tela antibalas. Se le pasó por la cabeza que, tal vez, debería remodelar su uniforme y cambiar el cuero por el kevlar. También empezaba a pensar que debió tomar el escudo para completar su atuendo. Si iba a vestirse como el capitán, tenía que hacerlo bien.

Salió de su habitación a paso ligero para no llamar la atención y entró a hurtadillas a la pieza del Capitán; observó la simpleza y pulcritud del lugar, y en una de las paredes encontró el escudo de vibranium colgando como un trofeo. Se aproximó emocionado. Nunca había sido un gran fan del Capitán América; eran amigos y lo admiraba como soldado, pero ahora parecía un niño que se disfraza de su héroe favorito. Y sin profundizar más en sus pensamientos, salió orgulloso de lucir como todo un ícono de la nación.

Mientras tanto, en unos de los pisos más altos de la torre, Tony se miraba en el espejo de su baño privado, y se escudriñaba cada peca y cada arruga. Tenía unos cuantos años encima, sí. Pero eso no significaba que esté viejo ni arruinado por la edad. Y al no encontrarse algún defecto se sintió peor; el problema parecía ser él, él por completo: no solo su apariencia física, sino que su carisma e inteligencia no eran suficientes. Suspiró y se revolvió el cabello castaño, sintiéndose derrotado. Caminó de vuelta a su habitación recogiendo la botella de whiskey que reposaba en la mesita de noche y, alumbrado por la luz tenue de la lamparilla y un casi nulo reflejo del reactor en su pecho, dio un trago largo, sintiéndose deprimido. Su estómago ardió con el alcohol, y a los segundos le pidió comida con sonidos haciendo eco en su interior.

Con pies pesados y el alma por el suelo, fue hasta la cocina a tomar algo que lo ayudara a sentirse mejor consigo mismo, tal vez un gran bote de helado. Se tambaleó un poco sobre la isla de acero y se apoyó en las ollas y sartenes que colgaban cerca, apenas manteniéndose en pie. «¡Shhh!», se silenció así mismo. Estando un poco ido, y un poco fuera de sí, pudo abrir el frigorífico. Encontró un pedazo de tarta de moras que no tardó en devorar, y también tomó un poco de leche directo de la caja. Empezó a rebuscar entre los contenedores de comida por otra cosa dulce cuando escuchó algunos pasos a su espalda.

Corazón de Hierro |stonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora