Encuentro

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Mi nombre es Hazel Rosalía Lee.

Tengo 22 años de edad y trabajo en una cafetería bastante reconocida además también estudió criminología forense.

Si sí lo es un poco raro que me guste trabajar con cadáveres y criminales.

Pero pues nunca dije que era normal.

A la verdad que no soy nada normal y mi vida mucho menos.

Siempre me considere una "outsider" ósea nunca encontré un lugar donde me sintiera cómoda o amigos verdaderos que me entendieran.

Quizás esa sea la razón por la cual mi vida es jodiamente una mierda.

Perdona mi vocabulario... Eh no no me perdones por que a la verdad me encanta hablar malo.

Y me un porta un pepino violeta si te molesta.

So que sí decides quedarte seremos amigos! Eso espero como sabes mi nombre es Hazel mucho gusto.

Ok ya basta de hablar con extraños mi mamá me dijo que es peligroso al igual que no debería de hacer amigos cibernéticos.

De vuelta a la historia

Fue un día normal de trabajo, faltando 15 minutos para el fin de mi turno.

Estoy cansada y esperando con ansias que sea hora de irme a mi hogar.

Cada 2 segundos miro el reloj esperando que los minutos pasen rápido cuando escucho la campanillas de la puerta sonar indicando que teníamos un cliente.

Mis ojos se dirigen a la puerta y no lo puedo creer, el hombre más guapo del mundo está parado frente a mi, sus ojos se dirigen a los míos y creo que moriré si me sigue mirando así.

Me ofrece una sonrisa burlona y se raspa la garganta dándome a entender que no tenía toda la noche para mi.

Por más que quería decirle algo, el nudo de mi garganta no me lo permitía.

Bu-Bu-Buenas n-noches en que puedo servirle

Estúpida Hazel ahora va a pensar qué tienes problemas! Éxito

Me mira de nuevo y su mirada suavemente se dirige a mi pecho en donde se encuentra mi nombre.

'Si, Hazel' dice y oh Dios mío su voz! Tan profunda y masculina.

'Quiero dos vanilla lattes para llevar.'

Anoto su orden y me pregunto por que dos? Y no uno, el entro solo no acompañado, preparo sus cafés y se los entrego, me paga y me tira una guiñada y se va.

Logró ver que en su auto no estaba sólo una mujer hermosa lo acompaña.

Maldito perro.
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Andrew es el de la foto. voten y comenten si les gusto.

Gracias

Por ti... NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora