Capítulo uno: volver al pasado.

267 24 5
                                    

Cuatro de febrero, el día que decidí hablarle a la persona que me daña y a la vez, me sana. Nada me importó en ese momento, necesitaba de él, aunque fuera a través de una pantalla.

Iba transitando por las calles de la ciudad mientras mis lágrimas caían, había perdido una amistad, probablemente la más importante para mí en ese momento. Necesitaba de alguien, bueno no, de él. Saco mi teléfono del bolsillo y le escribo.


<<Emma a las 17:30 p.m>>

"¿Estás? Te necesito."

<<Ethan a las 17:42 p.m>>

"Hola, ¿estás mal?"

<<Emma a las 17:43 p.m>>

"Si, demasiado."

<<Ethan a las 17:43 p.m>>

"Ven a mi casa."


Su casa no quedaba lejos de las calles por las que iba, así que estaría en su puerta en aproximadamente seis minutos.

Cuando voy llegando lo veo en la puerta de su casa, veo al niño que es capaz de juntar mis piezas y destrozarme en un segundo, ese niño de 1.82, de cabello castaño oscuro y despeinado, el niño del que me enamoré.

En el momento que ve mis lágrimas rodar por mis mejillas, no duda en caminar hacia mí y darme un abrazo. Solo un abrazo bastaba para olvidar todo, para sentirme como nueva, para borrar cualquier rastro de daño en mi alma.

Me separa de él y me da un beso en la frente. Y aquí empezó todo de nuevo, aquí volvimos a lo que éramos antes.

Me toma de la mano mientras me guía hacia la puerta para entrar a su casa, es una casa preciosa, en pleno centro de la ciudad. Al entrar me dirige hacia su habitación, me ahorra saludar a su familia porque mis lágrimas siguen saliendo de mis ojos sin parar.

Del tiempo que estuvimos juntos en el pasado jamás me había visto llorar y menos de esta manera, supongo que siempre intenté hacerme la fuerte enfrente de él.

Me deja sentada en su cama y sale de la habitación. Me quedo mirando mis manos y pies, con la mirada perdida. Cuando vuelve, veo que trae con él un vaso de agua, comida y su computadora.

-Pensé que te gustaría despejar la mente y se me ocurrió que podíamos ver una película- me entrega una cálida sonrisa. Asiento y me entrega el vaso de agua.

-Quieres la orilla o el rincón de la cama- pregunto para moverme y ver la película cómodos.

-El rincón, siempre te ha gustado acostarte en la orilla ¿no es así? – Me conoce tan bien.

Me levanto un momento mientras él acomoda la comida en la cama, se ubica en el rincón de la cama, dejándome espacio en la orilla de esta. cuando ya estamos recostados, veo que me ha puesto una película de Disney. En el momento en el que me doy cuenta que película es, suelto una risa. "La bella y la bestia" empieza a reproducirse en la pantalla.

-Odio que me conozcas tanto- digo con una pequeña sonrisa.

-No conozco mucho de ti, pero lo que conozco me encanta- se forma una sonrisa en sus labios.

Me entrega una bolsa de papitas para que coma mientras vemos la película.

(...)

En el transcurso de la película, se da cuenta que no he tomado en cuenta esta.

- ¿Quieres hablar de lo que pasó? Tienes la mirada perdida y debes desahogarte con alguien, sabes que puedes contar conmigo.

- No quiero dar detalles, solo te diré lo que pasó en general, no deseo llorar más de lo que ya lloré.

- Está bien, te escucho.

- Con Olivia, decidimos cortar nuestra amistad, me estaba haciendo daño con sus palabras, hace tiempo nuestra amistad se deterioró y lo hablamos, me dijo que iba a cambiar porque no quería perderme, le duró dos días y siguió igual que antes. Decidí tomar un poco de distancia y me di cuenta que si yo no le hablaba ella tampoco lo hacía. Ayer hablamos las cosas y bueno, llegamos a la conclusión de que era lo más sano, mi mamá ya lo sabe. Pero aun así no puedo detener el dolor que siento en el pecho desde ayer en la madrugada. - sin darme cuenta, lágrimas corren por mis mejillas.

Me envuelve en un cálido abrazo mientras me dice que todo estará bien.

Lo que él no sabe, es que en este momento me siento mejor gracias a él, pero también estoy destrozada por todo lo que pasó entre nosotros antes, aunque en este momento no quiero pensar en eso, solo quiero quedarme aquí, entre sus brazos, el tiempo que sea necesario.

-Puedes quedarte esta noche si lo deseas.

-No tengo nada para dormir- digo mientras veo que una sonrisa se forma en sus labios.

-Puedes dormir con mi polera, es bastante grande para tu tamaño y te queda como vestido.

Es verdad, el mide 1.82 y yo solo 1.66, por lo que su ropa me queda bastante grande, además se me hace muy cómodo vestirme con sus cosas.

-Está bien, pero quiero la más larga que tengas.

-Lo que sea para la princesa- dice riendo mientras me provoca una sonrisa a mí.

-iré a darme una ducha, tu polera favorita está en el closet, puedes buscarla ahí, no te duermas porque bajaremos a comer algo, porque dudo que hayas comido hoy además de las papitas. - agacho la cabeza, tiene razón, no me había dado cuenta que no había comido nada, la verdad no tengo ánimos y no me había dado hambre antes.

Sale de la habitación y yo procedo a buscar la polera, la encuentro casi en el inicio. La saco y la huelo, está lavada por lo que no tiene su aroma. Es una polera burdeo, talla L, la tenía puesta el día que nos conocimos.

Me saco la polera que tengo puesta, las zapatillas y los pantalones, quedando solo en sostenes, calzón y calcetines, me coloco su polera y veo su perfume en su velador. Lo tomo y me echo un poco. Doblo la ropa que deje caer al suelo y la dejo un su escritorio.

Tomo mi teléfono para avisarle a mi mamá que no llegaré hoy a casa.

Cuando lo dejo en la mesa escucho unos pasos fuera de la pieza, me doy vuelta y veo a Ethan solo con una toalla rodeando sus caderas que deja a la vista su abdomen marcado, no puedo dejar de verlo, hace meses que no tenía esta vista. Cuando levanto la cabeza lo veo sonriendo egocéntricamente. Siento el calor en mis mejillas que significa que estoy roja como un tomate.

____________________________________________________________

Nota: si estás leyendo esto, quiero agradecerte por darte el tiempo de leer mi historia, estoy muy ansiosa por seguir escribiendo y lograr llegar a más lectores.

Esta historia está inspirada en mi vida, muchos hechos que aparecerán aquí son reales y otros ficticios. 

 Espero que les haya gustado el primer capítulo. Yo también quiero un Ethan en mi vida): ¿Y ustedes?

No olviden votar la historia por favor): se los agradecería mucho<3

Nadie más que tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora