Nadie más que tú.

Capítulo cinco: Una fiesta que arruina todo.

Hace un año y seis meses

Ethan.

-¡Hey! ¡Ethan! – Grita Adam desde el otro lado de la cancha corriendo hacia donde me encuentro yo.

-¡Hola Adam!

Adam es mi amigo hace dos años, llegó a la escuela en el penúltimo curso y nos conocimos en entrenamiento de basquetbol. El profesor nos asignó al mismo equipo en un juego amistoso y resultó ser muy bueno, además trabajamos muy bien juntos.

-Solo quería avisarte que daré una fiesta de fin de curso y escuela antes de irnos todos a la universidad. Me pareció que sería una buena idea ir a una fiesta todos juntos y que mejor que sea la última.

-Vale, pero supongo que la entrada será un poco más cara, es fin de año y habrá mucho más alcohol, ¿no?

-Pues sí, pero sabes que eres mi amigo y la haré en mi casa, así que entras sin entrada, Ethan.

-Bueno, llevaré alguna botella de vodka. ¿Puede ir Emma?

-¡Oh si! De hecho, le iba a avisar hoy, pero no la encontré ¿puedes decirle tu?

-Ah, sí, es que hoy no vino porque se encuentra un poco enferma. Pero yo le digo. ¿Cuándo es?

-En dos días, así que anda preparándote porque será una fiesta muy buena.

-Muchas gracias por tu invitación ¡nos vemos el sábado!

-¡Adiós!

(...)

Voy de camino a visitar a Emma, aunque sé que no está del todo mal, igual quiero ir a verla y llevarle cosas ricas. Se que no le gusta recibir cosas, se siente mal al hacerlo, pero no le viene nada mal.

Cuando me encuentro en le puerta, me recibe su madre, me deja ir a la habitación y subo rápidamente las escaleras.

-Hola princesa ¿Cómo te encuentras?

-Algo mejor, me sigue doliendo un poco la garganta, pero ya se me pasará.

-Te traje comida, helado y energéticas, para subir un poco los ánimos.

-Sabes que no debes hacerlo – Dice con una sonrisa muy tímida.

-No es nada Emma. – hago una pausa – Adam, nos invitó a una fiesta de fin de curso el sábado, me preguntaba si querías ir, si no quieres podemos quedarnos aquí en tu casa o en la mía.

-No lo se Ethan, debo estudiar para exámenes finales. Pero veré si puedo ir.

-Emma, los exámenes son en dos semanas.

-¿Y? debo estar preparada, debo pasar esos exámenes, sobre todo el de historia y el de matemática.

-En historia te puedo ayudar yo la semana que viene.

-Bueno, pero para matemáticas debo estudiar mucho más, pero te prometo que intentare ir.

-Está bien – la abrazo y puedo sentir su rico perfume. Amo estar en sus brazos y sentirme como un niño.

(...)

Ya es de sábado y Emma decidió que si iría. Pensé que no accedería ya que para ella los estudios son muy importantes. Su gran meta es entrar a la universidad y obtener su título.

<<Emma a las 21:00 p.m.>>

"Llegaré más tarde, mi mamá le surgió algo del trabajo y debo cuidar a mi hermana un rato. Me voy en taxi."

<<Ethan a las 21:01 p.m.>>

"Está bien): te espero en la casa de Adam. No demores mucho que te extraño):"