Truth so loud (you can't ignore) [KTH+JJK ]

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La cosa con Taehyung era esta: Jungkook nunca tuvo una oportunidad.

Él llegó a la vida de Jungkook como un fuego artificial: brillante, ruidoso y muy, muy hermoso. Si es honesto, las primeras cosas que notó en Taehyung fueron sus ojos expresivos, labios carnosos y sonrisa rectangular. Era la persona más hermosa que había visto en toda su vida, lo cual resultaba terriblemente inconveniente debido que tenía más que suficiente en su vida de trainee. Estaba muy ocupado tratando de demostrar su talento frente al resto del grupo, realmente no necesitaba ningún tipo de distracción.

El otro problema sobre Taehyung era la gran persistencia que tenía. Llegó en medio de la vida de Jungkook sin preguntar primero; con sus raras bromas y usual locura, sumándole a todo esto sus preguntas aleatorias como: ¿Jungkook-ah, qué tipo de fruta te gustaría ser?

El menor no tenía idea de qué hacer con él, al principio pensó que Taehyung solo estaba jugando con él, hasta que se dio cuenta que siempre lo escuchaba atentamente cuando hablaba, pareciendo complacido cuando Jungkook respondía que le gustaría ser una manzana o un caballo o el color rojo. Al final, Taehyung hacía que Jungkook sea más sociable con los demás chicos de la banda, haciéndole sentir la confianza suficiente para que pueda encontrar un hogar junto a los demás miembros.

Sus primeros días estuvieron llenos de dificultades,  eran muy cansados y abrumantes, llenos de dudas acerca de él mismo y expectativas de algo más. A pesar de todo, Taehyung era su Estrella del Norte, su ancla, su compañero de vida; desde jugar videojuegos hasta molestar a sus hyungs, incluso estaban juntos cuando no había nada que hacer.

Es por eso que con el tiempo, aprendió a ser el centro de los mimos de Taehyung en vez de huir de ellos, logró comprender su humor y leer sus estados de ánimo. Casi como si estuvieran destinados a encontrarse y convertirse en mejores amigos, se terminó formando la amistad más natural y genuina que Jungkook pudo conocer.

Pero todavía había otro problema, menos obvio que los del comienzo, uno que fue creciendo lentamente y resultó embarazoso reconocer lo que significaba, y llevó muchísimo más tiempo, el poder aceptarlo. Pero al final, solo había una palabra para poder describirlo, incluso Jungkook sabía cual era.

Accidentalmente pero incuestionablemente, él se había enamorado por completo.