El Chico del Carro Rojo

Los Personajes de Candy candy, no me pertenecen son propiedad de sus creadoras, Kyoko Misuki y Yumiko Igarashi, la historia si es mía

Hola buenas tardes, este es un one shot, que hice por motivo de El Amor y Amistad, espero les guste, gracias....

Candy White Ardlay una enfermera titulada que todos los días se conducía al trabajo por fortuna su trabajo quedaba a 4 cuadras de su casa, para ella eso había sido una bendición pues le gustaba caminar pero había algo que no le gustaba todos los días cuando se dirigía a su trabajo afuera del hospital siempre veía a un Chico de un Carro Rojo estacionado y eso le daba mala espina, aparte el chico siempre portaba una bufanda y gafas obscuras. Pero ella sabía que ese chico la seguía con la mirada.

Una mañana caminaba muy aprisa pues era una de esas mañanas frías y nubladas, estaba muy obscuro Candy caminaba a paso apresurado cuando de repente siente una manos sobre su hombro  -quieta o le ira mal  - le decía la voz y ella rogaba porque el chico del carro rojo estuviera ahí.  Candy sintió un golpe y se desmayo.

- Señorita, Señorita, le decían, ella reacciona y ve mucha gente y un tipo tirado en el suelo ya amarrado, Candy ve al chico que le hablaba y pensó que estaba muerta y dijo.

-Por dios si este es el cielo ya no quiero regresar a la tierra  -el chico ríe de medio lado al escuchar lo que la rubia había dicho y el le contesta

-No pecosa no estas en el cielo  -Candy se ruborizo y no supo que decir

-Oh perdón, creí que lo había pensado  -el chico vuelve a reír por lo roja que estaba Candy 

-Tus pecas se te ven mas -el castaño seguía riendo -¿Señorita le dice un agente de policía, quiere que la llevemos al hospital para que la revisen? 

-No gracias me siento bien

-El  chico le dice, si quieres yo te llevo

-No, solo quiero llegar a mi trabajo -decía la rubia 

-Oh no primero vamos a que te revisen y luego veremos -le decía el chico -esta bien  -dijo la rubia.

Entraron a donde trabajaba Candy y el chico les dijo lo que pasó y la mandaron a su casa a descansar, el chico se ofreció a llevarla y ya cuando iban al carro, oh sorpresa que se llevo, era el chico de carro rojo. Candy se le queda viendo y se asusta 

-No se asuste señorita deje me presento,  Me llamo Terence Graham Grandchester y siempre ando así con bufanda y gafas negras porque soy actor y no quiero que me reconozcan, Candy le dice

-Oh por dios si ya lo recuerdo usted es el de la obra de Romeo y Julieta verdad? -Terry se ríe y le dice  -exacto.

-Entonces si me conoce  -decía el castaño

-Si porque tengo una amiga que actuó en esa obra.   -Terry se queda pensativo pues habían varias chicas que habían echo papeles secundarios en esa obra.

-¿Que hace por estos rumbos? pregunto Candy

-Vine con una amiga, me dijo que la acompañara a visitar a una gran amiga que tenia mucho de no ver, pero no había dado con la dirección de esa chica y vaya que ya tenemos un mes aquí, pero creo que ya la encontró, porque me dejo un recado donde me decía que iba a su casa.

Candy había hablado a su casa y le dijeron que Karen estaba ahí y le explico todo a su mama. Llegando a su casa Candy le dice a Terry

-Gustas pasar para que mis padres te vean y vean que estoy bien

-Ah, claro que si quisiera conocerlos -decía un Terry muy sonriente

-¡Mama, Papa! ya estoy aquí  -de repente se escucha una voz gritando, amiga y Cuando ve a Terry la chica le dice 

-Grandchester ¿Que haces aquí? - Terry se queda impactado al escuchar y ver a Karen, esta chica rubia y pecosa era la gran amiga de Karen y para sus adentros sonrío y pensó ya tengo un pretexto para verte pecosa. -Karen dice 

-Terry, que le has echo a mi amiga  -Candy riendo le dice

-Calmate Karen el no fue, me quisieron asaltar y el me ayudo, aunque como quiera recibí un golpe. 

-Ah, menos mal pero no te paso nada, y tu que hacías ahí Grandchester, desde hace 15 días te vas todas las mañanas, entonces era de ella de quien me platicabas  -Terry se puso rojo con el comentario de Karen y le dice.

-Karen no te puedes callar nada   -Karen solo río.   Así pasaron los días y Terry seguía visitando a Candy, en las mañanas la llevaba al hospital. Una mañana que llevaba Terry a Candy al hospital le dice bien serio.

-Pecosa, la Compañía de Teatro Straford ya termino sus funciones aquí y me tengo que ir pero no quiero irme sin ti ¿Aceptarías casarte conmigo?  -Candy abrió los ojos como platos por la pregunta de Terry pero no dudo en contestarle, Terry estaba ansioso por la respuesta y Candy río  

-Anda dime pecosa aceptas. 

-Claro que si Terry acepto casarme contigo.

Llegaron al hospital y Terry la dejo y le dio un beso y le dice 

-Nos vemos en la noche. 

Ya era la hora de salida y Terry la esperaba, cuando ella lo ve quedo boquiabierta, su novio se veía guapísimo, en un smoking negro, mientras Karen bajaba una caja grande y se llevaba a Candy

-Por dios Karen que haces a donde me llevas

-Callate Candy y no preguntes solo sígueme  -llegaron a un salón de belleza y ahí arreglaron a Candy  no podía creer lo que pasaba, era su boda y ella ni siquiera sabía

-Oh, Candy quedaste hermosa, mira tu misma

-Karen, pero.. mis padres

-Mira Candy, ya esta todo arreglado no te preocupes por nada  -decía la castaña, se fueron a la iglesia y ahí estaba su amado, el chico del carro rojo esperándola se veía Terryblemente guapo.

-Oh que bello se ve  -se decía ella misma, no podía creer que ese chico se hubiera fijado en ella.

El padre los caso y luego se fueron a la recepción, sus papas estaban muy contentos de que su hija se hubiera casado con un chico tan especial. 

-Bueno señora Graham Grandchester, que le parece todo

-Ay Terry te amo, nunca pensé vivir todo esto y menos con un chico al que le tenía miedo - Terry  suelta una carcajada 

-De que te ríes  -le dice Candy 

-Ay pecosa me da risa lo que dices, si desde el primer momento en que te vi nunca deje de pensar en ti, pero no sabía como acercarme a ti, por un lado le doy gracias a ese delincuente, porque así pude conocerte. Te amo pecosa -Candy solo movió la cabeza y río. Terminada la boda se despidieron de todos y partieron rumbo a Londres, ahí pasarían su luna de miel y luego irían a Nueva York porque Terry tenia que cumplir con sus compromisos como actor. 

-¿Eres Feliz Pecosa? -le preguntaba Terry 

-Claro que sí mi amor y nunca me imagine, que el Chico del Carro rojo sería el amor de mi vida.

Terry la acerco a el y la abrazó y así entre risas y juegos iban rumbo a su nuevo destino.

Fin

Espero les haya gustado, al ratito les pongo otro que hice, saludos y cuídense  de este frío y nieve que cayo...