Capítulo 3

1.8K 177 25
                                    

Arvin daba vueltas por toda la habitación, buscando algo con desesperación. Peter lo analizaba con el ceño fruncido.

—¿Que buscas? Si es tu arma, la oculte en un lugar que-

—¡Quiero cigarrillos!— Lo interrumpe. Peter se asusta al escuchar como Arvin tiraba algo con ira al suelo.—¿Dónde demonios hay cigarrillos?

—¿Tu... Fumas?

—¿No es obvio? Estoy muy estresado, y si no me das cigarrillos ahora mismo, juro que mataré a alguien.— Amenaza apuntando con su dedo índice al chico que estaba sentado unos metros lejos, en la cama.

—No... No hay cigarrillos aquí.

—Bien, iré a comprar.

—¡No no! ¡Espera!— Lanza telaraña, pegando la mano de Arvin en la pared.

—¿Otra vez?

—Si quieres iré yo a comprarte cigarrillos, pero no puedes salir así. Casi todo el vecindario me conoce y te ves muy... Intimidante.

Arvin suspira y acepta la oferta. Peter aclara que no tardará tanto en volver y sale de la habitación por la ventana. Luego de unos minutos volvió con dos cigarros en su mano y un ensendedor.

—Gracias.— Susurra Arvin. Peter quita la telaraña y le entrega lo que hace minutos compró.

—No hay de que.— Sonríe y se vuelve a tirar en su cama.

Arvin prende un cigarro y se sienta en una silla. Ambos se quedan mirando por unos largos minutos; Russell daba largas caladas al cigarro y Parker estaba algo incómodo, jugando con sus dedos.

—Bien.— Peter se asusta.— Mi padre conoció a mi madre después de que él volviera de la guerra, en un pequeño pueblo, dentro de un pequeño bar. Se casaron y me tuvieron a mi.— Da una pausa para fumar. Tira el humo y sigue.— A mis nueve años, mi madre muere de cáncer. Mi padre se termina suicidando en medio de la noche. Mi perro fue asesinado por mi padre antes de que mi madre falleciera.— Aprieta su mandíbula y traga el nudo de su garganta. Lo que iba a decir a continuación le dolía.— Luego me llevaron con mi abuela, mi tío, y Leonora, la que he protegido hasta los diecinueve años de edad. Siempre fue como una hermana para mí y...— Suspira para tratar de no llorar.— A los dieciocho años, Leonora, quedó embarazada por un puto cura alcohólico. Se suicidó.

Peter queda helado al escuchar esas últimas palabras. No sabía cómo reaccionar, no sabía que decir. Si iba abrazarlo, seguro le darían una paliza, pero Arvin parecía no querer un abrazo. Solo se quedó allí, sentado en su cama, dispuesto a seguir escuchando.

—Dejé a mi abuela sola con mi tío y me fui de la ciudad. En el camino me encontré con dos personas malas, las cuales fueron asesinadas por mí. Luego un oficial que quería matarme. El término muerto por mi.— Peter seguía sin ninguna reacción. Esto era mucho.— Luego un hippie me llevó camino hasta, ahora, mi nuevo hogar. Fin de la historia.

Arvin se levanta y se larga de la habitación a paso rápido. Sentía que lágrimas estaban escapando y no quería ser visto por él mismo. Peter entendió el mensaje y solo lo dejó pasar, Arvin quería estar solo unos minutos.

•¿Gemelos? | Peter & Arvin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora