La Flama del Corazón [Rengoku Kyojuro x Lectora]

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Una cálida brisa soplaba en finca del pilar de la flama, lo tenía ahí, totalmente quieto, sus ojos cerrados, su respiración tranquila, el sol iluminaba levemente su rostro sin serle molestoso, su cabello se movía suavemente al son del tranquilo viento; ahí estaba yo, contemplando a lo que mi corazón y mente llamaban al hombre más perfecto del mundo, yo me encargaba de las pequeñas heridas que tenía en su rostro.

Siempre que estaba cerca de él no podía evitar estar nerviosa, mi corazón latía a mil por hora que no me sorprendería que un día se volviera loco, era inevitable no amar a una persona tan cálida y bondadosa, a pesar de lo que ha sufrido siempre mantiene esa hermosa sonrisa.

-¿Ya terminaste?

Su voz me sacó abruptamente del trance en el que me encontraba, no podía hablar del shock que me había provocado su repentina pregunta, debía volver a conectar mis neuronas antes de que me viera como una completa ridícula, en eso escucho una leve risa, abre sus ojos y me mira directamente a los míos, para luego dedicarme una pequeña sonrisa, que hace que me sonroje enseguida.

-P-perdón, estaba pensando en que debo tratar a Giyuu-sama, para continuar con Mitsuri-san y concluir mi día haciéndole un chequeo a Oyakata-sama

Mentí, obviamente no le diría que andaba pensando en él, así que use mis deberes como una buena excusa para no quedar como tonta, el río de nuevo.

-¡Hoy tienes un día muy ocupado! No te quito más tu tiempo, atiende a mis compañeros , nos vemos.

Su tono tan energético de voz hizo que no me sintiera tan mal por tener que irme, así que decidí recoger mis cosas y hacer una pequeña reverencia antes de marcharme con el siguiente paciente.

Ahora sí, déjame presentarme soy ____, soy la Doctora de los pilares, aunque en la finca mariposa ya hay grandes conocedoras de medicina, al ser cazadoras o muy novatas se necesitan de manos extras, normalmente me encargo de los que tienen el mayor rango entre lo cazadores eso incluye a Kagaya Ubuyashiki, el líder de los cazadores de demonios.

Me dirigí a ver Giyuu pues me habían informado que acababa de regresar de una misión, así que me dirigí a ver cómo estaba, al ser un chico muy callado realmente no paso mucho tiempo en su finca, al llegar vi que estaba sentado en su patio mirando una fuente y la verdad parecía muy concentrado, no sé qué tiene de interesante una fuente, tal vez al ser el pilar del agua hay una especie de conexión, dudo entenderlo.

-Giyuu-sama, vine para hacerte un chequeo y sanar tus heridas por si tienes algunas.

El me miró serio y asintió, se paró y caminó a mi encuentro y se adentro en su hogar, yo lo seguí, cuando lo encontré ya estaba sentado y empecé a hacerle las preguntas habituales, al hacer su chequeo completo vi que no tenía ninguna herida importante, solo leves rasguños.

-Giyuu-sama, es usted muy ágil, no tiene ninguna herida, espero que así sea siempre, yo me paso a retirar, tenga un lindo día.

-Gracias.

Escucharlo emitir una palabra me sorprendió mucho, era la primera vez que me agradecía y eso me hizo muy feliz, yo solo le sonreí y me despedí levemente con mi mano, para luego marcharme de allí.

Después de ver a mis últimos dos pacientes decidí ir a mi pequeño hogar, estaba relativamente cerca de la casa de Oyakata-sama, pues él era mi paciente principal y más importantes, era feliz trabajando allí, aunque vivía sola nunca me sentí así, siempre convivía con mucha gente y adoraba atender a mis pacientes, en especial a Kyojuro-sama.