Ojos verdes

En una caja.

Se quedó ahí, en medio de la calle sin poder despegar su vista de esa caja, no sabía qué hacer, una parte de él le decía que no lo hiciera, por dios, apenas podía cuidar de sí mismo, pero la otra parte lo alentaba a dar un paso adelante y tomar a ese pequeño entre sus brazos. Toda aquella situación le recordaba completamente a cuando encontró a su senpai, hace más de diez años, recogiendo al pequeño Sorata.

Frente a él, en una caja de cartón en el suelo, se encontraba un pequeño gatito, no sabía nada de animales, pero por el tamaño podía adivinar que tenía a lo mucho unas semanas de nacido. Iba camino de regreso a su departamento, esa tarde había terminado temprano su trabajo, y sin esperar a Takano, decidió regresar a casa por su cuenta, pero a mitad de su trayecto desde la estación, escuchó unos leves maullidos, y no tuvo que buscar mucho al divisar la caja de cartón colocada junto a unos botes de basura en medio de la calle. Se acercó y pudo ver al pequeño gatito, un gato blanco con algunas manchas de color marrón por todo el cuerpo, el minino, al sentir su presencia levantó la cabeza, y de inmediato se acercó a la orilla de la caja, para recargarse y pararse torpemente sobre sus dos patitas para verlo de más cerca. La verdad, no era una persona de animales, nunca tuvo una mascota, y tampoco era como que los animales quisieran acercarse mucho a él, pero en el momento en el que vio los brillantes ojos verdes del pequeño gato, su pecho dio un vuelco, y lo hizo agacharse para verlo de más cerca. Al hacer aquello, el pequeño gato quiso acercarse más a él, pero debido a la caja le fue imposible, sin embargo empezó a maullar levemente, ya no era un maullido de lamento ni de atención, era mucho más suave y animado.

Giró su mirada en todas direcciones, buscando si había alguien que pudiera ayudarlo, o que incluso pudiera llevarse al gatito, pero la calle estaba vacía. Estaban a mitad del invierno, y el frío era evidente, si el pequeño se quedaba ahí más tiempo, sabía que sería difícil que sobreviviera. Y podría ser una persona hostil y un poco cascarrabias, pero sí que tenía un corazón como para no querer dejarlo ahí a que se congelara. Acercó un poco su mano al gatito, quería ver si le permitía acariciarlo, y gran fue su sorpresa al ver que sí, e inclusive se había restregado más contra su mano buscando contacto.  Y sin pensarlo por más tiempo (esperaba no arrepentirse más tarde), se quitó la bufanda que llevaba en el cuello, y con ella envolvió al gato, para tomarlo entre sus brazos de inmediato. El animal no puso resistencia, al contrario, se refugió aún más contra la prenda, y Ritsu podía jurar que lo sintió ronronear un poco. 

Estuvo a punto de seguir su camino por la colina, pero prefirió regresar sobre sus pasos, estaba seguro que había una clínica veterinaria cerca de la estación. Primero debía llevarlo a una revisión para asegurarse de que se encontraba bien.

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¡Hola! Hoy vengo a traerles mi nueva pequeña historiecita TakaRitsu. Desde hace varios meses tenía esta idea rondando en mi cabeza y hasta estos días me puse a escribirla.

El fanfic será relativamente corto, a lo mucho tendrá unos cinco capítulos o un poco más y cada capi será cortito así como este, espero les guste ❤️🌈