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A veces pensamos que algo nos pertenece porque lo tenemos a nuestro lado desde hace mucho tiempo. Si se trata de una cosa este concepto no estaría mal, ya que las pertenecía poseen a un dueño absoluto, y nadie tiene el derecho de venir y quitarnoslas de nuestras manos.
"¿Pero qué pasaría si ese mismo concepto, lo aplicamos a una persona con la cual hemos convivido mucho tiempo y mantenido una larga relación?" Erróneamente podríamos pensar que esa persona nos pertenece solo por ser nuestra pareja a fin de cuentas, y que pase lo que pase, esa persona estará con nosotros sin importar que tan mal lo tratemos o lo que hagamos, pero eso definitivamente no es así.
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Y ese fue el mayor error que Matías pudo haber cometido al momento de ponerle el cuerno a Damián y pensar que cuando este se diera cuenta de lo que había hecho lo perdonaría sin dudar.
Error, error y error.
LaFuente y Spallatti llevaban aproximadamente más de cinco años de relación, ambos parecían ser la típica pareja que permaneciera junta de por vida y que posiblemente llegarían al altar. Pero cierto tipo de situaciones hicieron que ambos terminarán y se alejaran del otro, olvidándose de lo que tuvieron.
Aunque donde hubo fuego cenizas quedan, y algunas cosas no suelen olvidarse con facilidad.
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Damián trataba de aferrarse todo lo que podía a la espalda de su nueva pareja, quien lo embestía con cierta rudeza. Gruñendo en voz alta cada vez que la entrada del contrarío se contraía, atrapando entre sus paredes su pija.
—M-mauro. — gimió el castaño, al sentir que tocaba el mismo cielo, con un gran éxtasis recorriendo cada parte de su cuerpo. —M-mauro. — gimió de nuevo. —Y-ya no pu-edo má-s. — informó con la voz entrecortada.
—Aguanta un poco más amor. — el tatuado le dijo sin dejar de embestirlo, sintiendo que estaba al borde de correrse.
Y tal como pudo haberse esperado, Lombardo se corrió alargando un fuerte gemido, que intentó apaciguar al besar al castaño, quien no tardó en corresponder al salvaje beso que se le estaba dando.
Separándose un par de minutos después, con un delgado hilo de salida colgado de las comisuras de sus labios. La imagen que Mauro tenía enfrente era simplemente provocadora, que lo estaban incentivando con que tuvieran una ronda más de sexo con el castaño.
Damián intentando obtener aire de manera desesperada, con el pecho subiendo y bajando con rapidez, las mejillas completamente sonrojadas y los ojos cristalinos, con unos cuantos restos de lágrimas recorriendo sus mejillas.
El mayor salió del interior de su novio y se recostó a su lado, dónde comenzó a proporcionarle varios mimos y caricias que iban desde su cabeza hasta su abdomen, sintiéndose más que feliz con tener a LaFuente a su lado. Quien a diferencia suyo no se sentía del todo cómodo, a pesar de llevar más de mes y medio juntos, después de tantas insistencias de parte del tatuado por tener "algo" entre ambos.
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Mío : Dacko : Finalizada
Fanfiction-"No me aguantó que tengas otro gato Damián." - Dedicado a la hermosa @-badbunnypr ✨