Capítulo 19: Consecuencias

2K 262 104
                                    

Narrador: Nade

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador: Nade

Eren golpeó brutalmente a Reiner cayendo ambos con un estruendo que levantó tierra, polvo y se escuchó a kilómetros a la redonda. Incluso arboles fueron desprendidos de sus raíces por la caída. Las manos del colosal volvieron a aparecer para golpear la cima de la muralla en nuestra dirección, obligándonos a usar el equipo de maniobras para colgar a un costado de ésta.

De inmediato mis pensamientos se vieron nublados por el estrés mientras me mantenía allí, inmóvil y rodeada de mis compañeros prontos para pelear. Mi vista se ponía borrosa de tan solo darle vueltas al asunto. Yo misma me había convencido momentos atrás de que debía estar lista para este enfrentamiento pero ahora el dolor en mi pecho no me deja actuar.

Lo había perdido todo en un día. Vi cómo mi hogar fue destruido por el cuerpo de Annie, dejando solo ruinas de lo que alguna vez fue la casa de mi familia. Ni siquiera había tenido tiempo de revisar las pérdidas o tratar de comunicarme con mis padres a pesar de llevar años sin saber de ellos. Pasé la noche entera sin pegar un ojo porque titanes habían invadido Rose y los nervios me colocaron en una situación desesperante. Incluso ahora mis manos no dejan de temblar. Mi cuerpo está repleto de heridas que me he causado por descuidos y no dejo de sentir como si me estuviesen aplastando por dentro. Luego descubrí que mi escuadrón, aquellos amigos que eran como hermanos y por lo tanto, parte de lo poco bueno que me quedaba en este mundo, fueron arrasados por completo dejándonos a Thomas y a mí solos.

Siempre lo mismo. Se repite todo una y otra vez.

Siempre es lo mismo...

Ahora el titán colosal y el acorazado hacen acto de presencia solo para dejarnos saber que estuvieron entre nosotros todo este maldito tiempo. Ya no me quedan energías, solo quiero cerrar mis ojos y descansar hasta que mi cuerpo entumecido me pida que me levante nuevamente.

O podría dejar de respirar. Sí, eso suena bien.

¿Por qué simplemente no puedo desaparecer...? No, incluso si desapareciera solo estaría yendo a otro infierno más largo. Lo vi, él me mostró ese lugar.

Mi mirada fue hacia arriba, encontrándome con Hanji y el resto de escuadrones enfrentándose al titán colosal mientras bajo mis pies Eren peleaba con el acorazado dándolo todo de si. ¿Por qué estaba yo aquí? ¿Por qué no podía moverme? ¿Acaso no reaccioné a las órdenes de Hanji para combatir?

¿Por qué...?

¿Por qué he sido una inútil todo este tiempo? Siento vergüenza de mí misma. Me odio. Me odio. Me odio. No hay ni un jodido día en que no quiera morirme. Desde aquella maldita expedición de reconquista mi vida no ha hecho otra cosa que ir en picada hacia la ruina. En verdad he contemplado cientos de veces la idea de colgarme de una puta cuerda en un árbol a mitad del bosque y que nadie pueda encontrarme jamás. No lo soporto... No puedo, soy débil emocionalmente. Mi cerebro es una maquina de autodestrucción. La única razón por la que sigo aquí es porque soy una cobarde que no puede arrebatarse la vida y prefiere ser devorada antes por uno de esos gigantes idiotas sin consciencia.

𝑻𝑯𝑬 𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑶𝑹 | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora