Todos en aquella universidad jamás terminarían por encontrar las palabras indicadas para describir a ese chico de cabellos anaranjados y sonrisa tímida. Se trataba de un chico tan dulce que lograba empalagar a cualquiera.
Nadie sabe con exactitud de que tipo de hechizo lanzaba sobre ellos para caer ante sus encantos; intercambiar un par de palabras en una conversación matutina lograba mejorar el ánimo de cualquiera en un instante. Tal vez se trataba de esa sonrisa tímida al hablar con las chicas, quizás de su admirable respeto hacia los profesores o incluso del gran tutor de matemáticas. Cualquier cosa que Childe hiciera o cualquier cosa que saliera de su boca era aclamado por todos.
No cambiaba demasiado fuera de la universidad, solía hacer trabajos de medio tiempo variados porque decía no gustarle estarse quieto en un solo lugar. Era conocido por sus buenas obras con los vecinos y también por aquello dueños de tiendas de conveniencia cercanas a su hogar por haber trabajado al menos una vez ahí. Sin olvidar mencionar el gran hermano e hijo.
Podría decirse que tenía un corazón puro, un aura angelical lo rodeaba continuamente y su mente inocente lo hacían realmente irresistible para cualquiera. De verdad, irresistible en todos los aspectos posibles.
No tenía nada que ver con el pelinegro, ese con el cual pasaba la mayoría de su tiempo libre y que, de alguna manera que los demás no lograban comprender, se ganó su corazón y se convirtió en su alma gemela. Cabe mencionar que recibía constantes miradas llenas de envidia y amenzas sobre romper el corazón de aquel angelical chico.
Zhongli las ignoraba. Le importaba muy poco lo que la gente pensara de él o de su novio mientras tuviera la certeza de que ambos estaban bien.
Hablando del pelinegro, se debe mencionar su alta posición en una empresa prestigiosa. A su corta edad ya se encontraba con una responsabilidad enorme sobre sus hombros que le impedía enfocarse en algo tan trivial como el amor. Por supuesto que Childe fue la excepción con todas las cualidades mencionadas con anterioridad, nadie se resistía a ese ser angelical por nada del mundo y Zhongli estaría más que dispuesto a entregarle todo a su lindo novio incluyendo su vida y todo el amor incondicional que tenía para darle.
Sonaría demasiado perfecto todo: Childe el chico modelo saliendo con el hombre más rico y codiciado a nivel internacional en una relación estable es la envidia de todas las parejas en el mundo moderno. Sin embargo, todo tiene una doble cara.
Zhongli podría ser demasiado posesivo; conciente de que su novio emanaba tanta dulzura y perfección jamás sería suficiente solo con recibir y darle amor puro e inocente. Zhongli estaba obsesionado con Childe, tanto que no dejaría que nadie lo corrompiera si no se trataba de él. Lo haría suyo de todas las maneras posibles, cual sea el método que tenga que hacerlo lo haría gracias a su poder y el dinero no sería un impedimento para marcar ese cuerpo inocente y que le provocaba pensamientos fuera de lugar.
Muy dentro de él no quería lastimarlo y por otra parte si que lo deseaba. Deseaba verlo llorar por misericordia mientras entraba y salía de su cuerpo, estando en sincronía y calmarle dejando besos en su bello rostro y labios carnosos. Deleitándose al escuchar sus gemidos y pedirle que no se detuviera al dejarle hacer juegos sexuales tan sádicos como le plazca. Deseaba dejarle en claro que no planeaba dejarlo ir tan fácilmente después de dejarle probar su cuerpo, lo haría una y otra vez hasta quedar satisfecho y que es algo que jamás haría porque Childe se había convertido en su obsesión.
Detrás de ese hombre de negocios se escondía un hombre con deseos retorcidos.
Cualquiera en su sano juicio se alejaría de él, no tomaría tal riesgo en dónde probablemente no vuelva a ver la luz del sol si llegaba a involucrarse en una situación de sexo y obsesión. Cualquiera menos Childe.
Sí, su imagen angelical solía ser superficial casi todo el tiempo, pero estando a solas con su novio; se convertía el ser más sumiso del mundo. Pidiendo de rodillas y seduciendo cada que podía a su pelinegro favorito para llevarlo a la cama y olvidarse de esa faceta por un momento mientras disfrutaba de olvidar hasta su propio nombre en el momento que lo provocaba con sus gemidos y besos. No se iría a ningún lado porque nadie entendería su extraña manera de amar y porque amaba ser amado solo por Zhongli.
Childe por fuera era un ser de luz, amable y capaz de cautivar a quien sea, por dentro realmente amaba ser dominado a niveles extremos.
No hace falta dar detalles sobre los fetiches desarrollados estando en esa relación, simplemente disfrutaban de su amor a su manera pese a ser retorcida y enferma al mismo tiempo. Eran felices así, no había razón por la cual alguno de los dos quisiese separarse por fingir frente a todos cuando en medio del sexo se sentían libres, capaces de burlarse todo lo que querían y olvidarse del mundo exterior.
Zhongli amaba ambas caras de Childe tanto como él las de Zhongli.
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faces ➵ zhonglixchilde (genshin impact)
Fanfiction《❝ Dónde Childe es tan dulce como un caramelo y dónde Zhongli es un hombre de negocios. La primera cara de la moneda de cada uno. ❞ 》