Capítulo 5: Harry se abre

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Desde aquel día, mí corazón estaba sin control, mí mente en otra parte del mundo que no era mi cabeza y mí alma, mí alma seguía estando con él.
Sé que suena loco y que jure jamás enamorarme de una persona de mí mismo sexo, pero lo hice, rompí mi absurda promesa. Sí, me enamoré de él.
¡Díos mío, me enamoré! -gritó Harry- de sus ojos verdes, su voz maravillosa que hace milagros en corazones partidos, me enamoré de sus canciones, su simple forma de ser. Y seguiría con cada uno de sus aspectos y defectos, porque, aunque no tenga defectos, pará mí son ellos los que lo hacen un hombre increíble.
Estoy completamente loco por él, y quizás él no por mí.
Pero tengo su número y tal vez, solo tal vez, pueda invitarlo a casa. Como él había dicho de salir a cenar, yo lo traería aquí.
Aunque mis nervios y emociones, me jugaron en contra está vez. No le llame, tampoco le mande un mensaje y aunque quisiera hacerlo, una parte de mí me detenía.
Me quedé todo el día y toda la noche pensando en qué hubiera pasado si le mandaba ese mensaje -"Hola Louis, soy Harry, el chico del concierto. Quería saber si..."-. Pero no lo mandé, lo borré. Y ahora algo me mata por dentro, mi maldito pensamiento me está clavando estacas en el pecho. Está haciendo que me arrepienta profundamente del error que cometí.
Pero ya era tarde, no había vuelta atrás.

La Caricia PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora